miércoles, 30 de junio de 2010

¡¡¡Vacaciones en el blog!!!



Manaña comenzamos el mes de julio, periodo vacacional por excelencia, así que este blog va a tomarse dos mesecitos de vacaciones para responder a esa tradición tan de nuestro tiempo.

¡¡¡MUY FELIZ VERANO A TODOS Y GRACIAS POR VUESTRAS VISITAS!!!

jueves, 24 de junio de 2010

¿Por qué no vemos a Dios?

Desde hace siglos el ser humano se pregunta sobre la existencia o no de un Ser creador origen de nuestra existencia al que llamamos Dios. Y una pregunta que surge de inmediato es, si existe Dios, ¿por qué, entonces, no podemos verlo?

Para esa pregunta surgen diferentes respuestas según el enfoque del que se parta. Para unos está claro que Dios sí se muestra al ser humano; ¿cómo? pues sencillamente en toda existencia, puesto que si asumimos que el origen de todo es ese Ser misterioso al que llamamos Dios, es lógico concluir que en toda manifestación de Su creación, ahí está Él en mayor o menor medida.

Pero quizá hay un problema añadido en la búsqueda de esta respuesta, y es que, aunque nos cuesta reconocerlo, el ser humano busca a un creador que tenga características humanas para poder considerarlo Dios, y parece no valerle cualquier entidad que no tenga en cuenta esto. Así, últimamente muchos han sustituido esta palabra por otras tales como Energía o Naturaleza, ya que estos conceptos parecen más abstractos, además de englobar una creación entera y no sólo circunscrita el género humano.

Independientemente de como sea ese Dios al que nos dirigimos en el fondo de nuestro corazón, a lo mejor se nos está escapando algo importante a la hora de contestar a la pregunta de por qué no lo vemos. Y bien pudiera ser que la respuesta fuera mucho más sencilla de lo que imaginamos. ¿Y si la respuesta fuera que no lo vemos sencillamente porque estamos contenidos en Él?

Imagínate al bebé dentro del útero materno, ¿puede ver a su madre? ¡No! Pero sí la siente, aunque no la conozca en todos sus detalles, el bebé está en un entorno conocido del que extrae multitud de sensaciones, así como alimento y cobijo. El bebé dentro del útero materno siente la presencia de alguien a quien no puede ver y que sólo percibe por sus efectos. ¿No seremos nosotros como este bebé dentro del útero materno de Dios? ¿No será que estamos dentro de Él en vez de estar debajo como parecen sostenerlo todas las culturas religiosas cuando buscan a un Dios que vive lejos de nuestro mundo y por encima de él? ¿No podría ser que fuera todo más sencillo?

Creo que muchos místicos así lo han intuido, y de una manera o de otra han venido a corroborar esta hermosa frase de los Hechos de los Apóstoles:


"Pues en Él vivimos, nos movemos y existimos"
Hechos de los Apóstoles, 17, 28





* La imagen pertenece a la carta número 3 del Oráculo del Tao, diseñado por Ma Deva Padma.


jueves, 17 de junio de 2010

Seis de Bastos y Seis de Espadas en el Tarot Rider Waite: Meditando con las Cartas del Tarot

Seis de Bastos, el triunfo, la victoria, el reconocimiento de méritos.... En fin, en un primer momento todo es positivo en esta carta del Rider Waite, pero... ¿es realmente así? No podemos olvidar que las cartas del Tarot, como mínimo, tienen una doble visión; no se trata de adjudicar a unas un aspecto negativo y a otras uno positivo, sino ver los dos lados y ayudar a centrarnos en el tema que queramos tratar.

El Seis de Bastos nos muestra a alguien que se presenta victorioso sobre una caballo y coronado con una diadema de laureles. Por si cabía alguna duda, ahí está un público enfervorecido que levanta ramas en honor de nuestro personaje. Sí, por supuesto, nos puede hablar de la victoria obtenida tras un árduo trabajo. Pero como digo, las cartas tienen una doble visión que no debemos desechar sino aprender de la misma. En este caso, a veces sucede que cuando uno alcanza el reconocimiento, corre el riesgo de caer en un exceso de vanidad, y, por tanto, en un alejamiento peligroso de la realidad.

A veces, cuando nuestra miranda se va ampliando por todos los dibujos de la carta, se fija en detalles que en apariencia pasan desapercibidos pero que, en determinadas lecturas, destacan y uno no sabe muy bien por qué. Así que, lo mejor es detenerse y valorar esos detalles en profundidad. Así, por ejemplo, podemos detenernos en el rostro de uno de los personajes que han acudido a aclamar al protagonista de la carta; y entonces nos encontramos con la sorpresa de que ese rostro no refleja alegría ni entusiasmo, sino que, por el contrario, muestra un cierto enfado. ¿Por qué? ¿Porque piensa que él merece más esos reconocimientos que la figura montada a caballo? Podría ser, ¡porqué no! Así que, es bueno tener en cuenta que cuando se consigue una victoria, esa victoria hecha pública puede conllevar algunos puntos negativos. En concreto, aquí hemos desarrolado dos; por una parte, podría salir a la luz un exceso de vanidad y prepotencia por quien ha conseguido la victoria; y, por otra, la envidia que podría suscitar en otros.

Hay que aprender a aceptar la victoria de forma serena y sencilla, y comprender lo que puede acarrear para poner remedio antes de que se exageren las conductas de unos y de otros.

El Seis de Espadas, como casi todas las cartas del Tarot, nos puede hablar de muchas cosas y no sólo de una. ¿Qué te sugiere a ti en este momento?

La imagen nos muestra a unos personajes en una barca orientándose hacia nuevos rumbos. ¿Lanzarte a nuevas aventuras te seduce o te cohibe? A veces, la persona se lanza en busca de nuevos territorios por el placer de recorrer esas nuevas oportunidades que pueden estar ofreciéndose; pero también es cierto que, en ocasiones, quien se ve obligado a embarcarse y buscar otros rumbos lo hace porque el lugar donde se asentaba ha variado y obliga a nuevas acciones sean éstas deseadas o no.

La vida es movimiento. La pena de lo que tiene que ser abandonado, aunque sea por un periodo corto de tiempo, es lógica y humana. Pero no es bueno enfrentarse a las nuevas experiencias cabizbajos y tambaleantes, sino fuertes y animosos, como el barquero que mira hacia el nuevo horizonte.

jueves, 10 de junio de 2010

Meditando con la Luz


En algún momento de mi vida, este tipo de meditación ha aportado mucha luz tanto para mí como para quien se ha sometido a ella. Normalmente como ha resultado más efectiva es cuando alguien la ha practicado sobre mí, o cuando yo he ayudado a alguien a visualizarla. La apunto por si pudiera aportaros claridad ante determinadas situaciones.

Cierra los ojos y haz alguna inspiración y expiración tranquila centrándote en ella. Luego dirige tu atención a la cabeza y ve relajando tu cuerpo, sintiéndolo tranquilo desde la cabeza hasta los pies, pasando lentamente por todas las partes de tu cuerpo. Así te sentirás concentrado y sereno.


Ahora imagina una luz blanca por encima de tu capeza. Esta luz va a introducirse a través de tu cuerpo desde el centro mismo de tu cabeza, e irá iluminando las zonas por las que pasa, así como fluyendo a través del cuerpo.

A veces, dependiendo de las necesidades de las personas, sucede algo especial. La luz puede detenerse en una parte de tu cuerpo y no querer moverse. En ese punto parece bloquearse y no sigue fluyendo. ¿Por qué? Mira en qué zona de tu cuerpo ha sucedido eso y contempla las diferentes posibilidades del mensaje que se te está ofreciendo.

Vamos a valorar algunas, no como verdades fijas e inamovibles, pues en cada meditación y en cada persona pueden traer un mensaje diferente, sino como ayudas para que uno mismo se ponga a la tarea de su posible interpretación.

Así, por ejemplo, ¿qué te sugeriría la luz si se detuviera en tu cabeza? Un posible mensaje podría ser que hay algo que no quieres reconocer, y por eso te resulta más fácil aumentar la confusión, cerrar los ojos y los oídos a la realidad, y dejar tu mente bloqueada. En ese caso sería bueno que trabajaras en esa luz y la fueras obligando a avanzar, por mucho que te cueste. Sé valiente, mira las cosas a la cara, reconoce lo que quieres y lo que no, independientemente de que puedas o no obtenerlo, pero empieza por reconocerlo en vez de permitirte nadar en la confusión. Trabaja en la luz, y hazla avanzar. Si te fuera imposible, dirígete nuevamente a la luz que viene desde fuera y transfórmala en colores violetas, el color de la divinidad, y con la ayuda celestial sigue avanzando.

Puede suceder que la luz quede bloqueada al nivel del cuello y la garganta. ¿Qué mensaje te da a ti esta luz bloqueada? Dime, ¿qué palabras o qué llantos o gritos estás reprimiendo? ¿Por qué no te atreves a expresarte? No se trata de soliviantar a alguien ni siquiera a uno mismo, se trata sencillamente de expresarse más que de reinvidicar. ¿Quién o qué se sienta sobre tu cuello? ¿Crees que tienes la maldición de Atlas y que estás condenado a cargar con el peso de todo sobre tu cuello? ¡No seas iluso; no se te pide eso! Uno puede cargar con lo que puede y no más. Sé sincero, no tengas miedo ni seas violento, sencillamente muestrate como eres con tus debilidades, con tus necesidades, con tus deseos.

¿Y si la luz se bloquea al nivel del corazón? ¡Por supuesto! Ahí hablamos del bloqueo emocional, del bloqueo del amor. ¿Por qué has enfriado tu corazón? ¿Porque los demás no te aprecian como crees que deben hacerlo? ¡Y eso qué importa! Lo importante es que tú sí sepas apreciarlos a ellos, y a ti mismo. El amor no puede bloquearse porque es nuestro sustento, es aquello de lo que estamos hechos. Abre tu corazón y permite que la luz vuelva a expandirse desde él si quieres recuperar tu esencia y tu lugar en el mundo. No esperes respuestas, irradia tú y luego... ya veremos.

Cuando la luz se bloquea en el plexo solar, en el torax y el abdomen, en la zona en la que realizamos la digestión, podría estar enviándote un mensaje que se relaciona con aquellas situaciones que no puedes digerir, que no puedes tolerar. Tu aparato digestivo está encrespado porque suceden cosas en el exterior que te parecen verdaderamente odiosas.... ¡Y claro que podrían serlo, pero... qué consigues bloqueando la luz! ¡Nada! La luz te puede estar indicando esas cosas que te molestan pero de las que o bien no eres consciente o bien no puedes hacer nada para solucionarlas así que se hace necesario recuperar el equilibrio, la tolerancia y la paciencia. Sigue avanzando, no permitas que la luz aquí se detenga.

¿Y si la luz se bloqueara en las manos? Entonces, a lo mejor no estaría de más valorar si estamos dando algo o lo que ocurre es que esperamos recibir y no lo hacemos. Abre las manos y permite que la luz fluya por ellas, ya sea en una dirección o en otra; si fluye, el intercambio terminará por suceder en buena lógica.

Cuando la luz se bloquea en las rodillas nos puede estar hablando de una situación de cierto orgullo o incluso soberbia. ¿Ante quién o qué no deseas arrodillarte? ¿No te das cuenta de que estás confundiendo la humillación con la humildad? Ser humillado o humillar no es bueno puesto que parte de una profunda falta de respeto; pero ser humilde es ser sincero, no tiene nada que ver con hacerse peor de lo que uno es, se trata de reconocerse como un miembro más de la naturaleza, con cosas buenas y malas, exactamente como cualquier otro. Todos tenemos méritos y valores que hay que saber reconocer, ¿por qué te cuesta tanto dar ese reconocimiento?

¿Y la luz bloqueada en las piernas? Bien podría estar indicándote que te has frenado, que no intentas ir a ninguna parte. ¿Por qué? ¿Porque no sabes dónde quieres ir? ¿Porque crees no tener capacidad para alcanzar la meta que te propones? La única forma de averiguarlo es ponerse en movimiento así que... ¡desbloquea la luz y sigue avanzando! ¿Qué te lo está impidiendo?

En los pies, la base sobre la que te sustentas. Quizá necesites reconocer y valorar esa base, y darte cuenta de que la luz impregna todo el universo, sin detenerse en un punto, ni siquiera en éste que podrías considerar un límite o una frontera. Irradia también desde tu base. Irradia igualmente desde la cabeza. Apóyate sobre tus raíces y permite alimentarte de ellas. No estás carente de base, no lo olvides.

Si consideras que somos un canal de conducción eléctrica, y que la luz es esa electricidad que pasa por nuestro cuerpo, date cuenta de algo muy importante: si la bloqueas puedes destruirte, pero si permites que fluya sin obstaculizarla, no sólo te beneficiarás tú, sino que el mundo entero saldrá beneficiado.


miércoles, 2 de junio de 2010

Seis de Arco Iris y Seis de Agua en el Tarot Zen de Osho.- Meditando con las Cartas del Tarot



El Seis del Arco Iris, llamado TRANSIGENCIA, es una carta realmente singular. Si el Seis de Oros del Tarot Rider Waite nos hacía reflexionar sobre el equilibrio entre dar y recibir, aquí, en el Tarot Zen de Osho, la carta se ciñe más en cómo damos y cómo recibimos. En muchas ocasiones al dar uno lo está haciendo con una segunda intención; en el fondo puede estar utilizando ese dar como una compra-venta.

Fíjate en las dos figuras; no se toman de la mano, sino que unen con reticencia sus dedos meñiques. No están dando ni recibiendo con alegría, sencillamente están transigiendo para conseguir algo. ¿En qué estás transigiendo tú? Porque una cosa es ceder porque se ha valorado la situación y se considera acertado dar este paso, y otra muy distinta es hacerlo sibilinamente para obtener una ganancia deshonesta, o bien hacerlo forzado por las circunstancias pero muy a regañadientes. Ninguna de las dos fórmulas parece válida. Tener intenciones egoístas ocultas no puede reportarnos crecimiento personal, y a la larga nos envilece. Por otra parte, ceder cuando no se está convencido de que ésta sea una buena opción termina por pasar factura.

Cuidado. Ceder y transigir NO son lo mismo.

El Seis de Agua recibe el nombre de SUEÑOS. Si recordamos el Seis de Copas del Tarot Rider Waite, ahí veíamos unos niños ofreciéndose regalos, y aquella imagen idílica nos llevaba al terreno de la inocencia, de la nostalgia incluso. Como en muchas de las cartas de Osho, con ésta se matiza sobre un aspecto concreto para hacernos reflexionar. ¿Cúal puede ser en esta ocasión? Vamos a verlo detenidamente.

Vemos como una muchacha está subyugada por lo que imagina. ¿En qué piensa la muchacha? Está soñando con el amor perfecto, en el encuentro con una pareja que, además de protegerla, sepa mirar al fondo de su corazón y valorarla por lo que realmente es. Necesita desesperadamente encontrar fuera lo que no haya dentro: alguien que la respete.

Por supuesto que este deseo es muy lógico pero no estaría de más que, independientemente de que otros puedan otorgarle valor, empiece por reconocérselo ella a sí misma. Con independencia de lo que el mundo pueda pensar de nosotros, cada uno debe conocerse a sí mismo. Ése podría ser un mensaje muy importante de esta carta.

Vincent Van Gogh se pasó la vida pintando cuadros y buscando la perfección a través de ellos; sin embargo, nadie -a excepción de su hermano- reconoció su talento, y murió en la desesperación de la locura. Sin embargo, con el tiempo, el mundo reconoció sus méritos y sus cuadros adquirieron un valor que nunca hubiera soñado su autor. El mismo valor que tenía Van Gogh en vida, lo sigue teniendo ahora, fuera éste reconocido o no lo fuera, pero ¿quén sufrió en vez de gozar la vida? Él. No hagas tú lo mismo; independientemente de sueños que puedan motivarte en busca de metas, no olvides que cada momento eres tú mismo, te quieran o no te quieran. Agradece el amor de los demás si llega, pero agradece tu vida y mejórala cada día.