jueves, 10 de junio de 2010

Meditando con la Luz


En algún momento de mi vida, este tipo de meditación ha aportado mucha luz tanto para mí como para quien se ha sometido a ella. Normalmente como ha resultado más efectiva es cuando alguien la ha practicado sobre mí, o cuando yo he ayudado a alguien a visualizarla. La apunto por si pudiera aportaros claridad ante determinadas situaciones.

Cierra los ojos y haz alguna inspiración y expiración tranquila centrándote en ella. Luego dirige tu atención a la cabeza y ve relajando tu cuerpo, sintiéndolo tranquilo desde la cabeza hasta los pies, pasando lentamente por todas las partes de tu cuerpo. Así te sentirás concentrado y sereno.


Ahora imagina una luz blanca por encima de tu capeza. Esta luz va a introducirse a través de tu cuerpo desde el centro mismo de tu cabeza, e irá iluminando las zonas por las que pasa, así como fluyendo a través del cuerpo.

A veces, dependiendo de las necesidades de las personas, sucede algo especial. La luz puede detenerse en una parte de tu cuerpo y no querer moverse. En ese punto parece bloquearse y no sigue fluyendo. ¿Por qué? Mira en qué zona de tu cuerpo ha sucedido eso y contempla las diferentes posibilidades del mensaje que se te está ofreciendo.

Vamos a valorar algunas, no como verdades fijas e inamovibles, pues en cada meditación y en cada persona pueden traer un mensaje diferente, sino como ayudas para que uno mismo se ponga a la tarea de su posible interpretación.

Así, por ejemplo, ¿qué te sugeriría la luz si se detuviera en tu cabeza? Un posible mensaje podría ser que hay algo que no quieres reconocer, y por eso te resulta más fácil aumentar la confusión, cerrar los ojos y los oídos a la realidad, y dejar tu mente bloqueada. En ese caso sería bueno que trabajaras en esa luz y la fueras obligando a avanzar, por mucho que te cueste. Sé valiente, mira las cosas a la cara, reconoce lo que quieres y lo que no, independientemente de que puedas o no obtenerlo, pero empieza por reconocerlo en vez de permitirte nadar en la confusión. Trabaja en la luz, y hazla avanzar. Si te fuera imposible, dirígete nuevamente a la luz que viene desde fuera y transfórmala en colores violetas, el color de la divinidad, y con la ayuda celestial sigue avanzando.

Puede suceder que la luz quede bloqueada al nivel del cuello y la garganta. ¿Qué mensaje te da a ti esta luz bloqueada? Dime, ¿qué palabras o qué llantos o gritos estás reprimiendo? ¿Por qué no te atreves a expresarte? No se trata de soliviantar a alguien ni siquiera a uno mismo, se trata sencillamente de expresarse más que de reinvidicar. ¿Quién o qué se sienta sobre tu cuello? ¿Crees que tienes la maldición de Atlas y que estás condenado a cargar con el peso de todo sobre tu cuello? ¡No seas iluso; no se te pide eso! Uno puede cargar con lo que puede y no más. Sé sincero, no tengas miedo ni seas violento, sencillamente muestrate como eres con tus debilidades, con tus necesidades, con tus deseos.

¿Y si la luz se bloquea al nivel del corazón? ¡Por supuesto! Ahí hablamos del bloqueo emocional, del bloqueo del amor. ¿Por qué has enfriado tu corazón? ¿Porque los demás no te aprecian como crees que deben hacerlo? ¡Y eso qué importa! Lo importante es que tú sí sepas apreciarlos a ellos, y a ti mismo. El amor no puede bloquearse porque es nuestro sustento, es aquello de lo que estamos hechos. Abre tu corazón y permite que la luz vuelva a expandirse desde él si quieres recuperar tu esencia y tu lugar en el mundo. No esperes respuestas, irradia tú y luego... ya veremos.

Cuando la luz se bloquea en el plexo solar, en el torax y el abdomen, en la zona en la que realizamos la digestión, podría estar enviándote un mensaje que se relaciona con aquellas situaciones que no puedes digerir, que no puedes tolerar. Tu aparato digestivo está encrespado porque suceden cosas en el exterior que te parecen verdaderamente odiosas.... ¡Y claro que podrían serlo, pero... qué consigues bloqueando la luz! ¡Nada! La luz te puede estar indicando esas cosas que te molestan pero de las que o bien no eres consciente o bien no puedes hacer nada para solucionarlas así que se hace necesario recuperar el equilibrio, la tolerancia y la paciencia. Sigue avanzando, no permitas que la luz aquí se detenga.

¿Y si la luz se bloqueara en las manos? Entonces, a lo mejor no estaría de más valorar si estamos dando algo o lo que ocurre es que esperamos recibir y no lo hacemos. Abre las manos y permite que la luz fluya por ellas, ya sea en una dirección o en otra; si fluye, el intercambio terminará por suceder en buena lógica.

Cuando la luz se bloquea en las rodillas nos puede estar hablando de una situación de cierto orgullo o incluso soberbia. ¿Ante quién o qué no deseas arrodillarte? ¿No te das cuenta de que estás confundiendo la humillación con la humildad? Ser humillado o humillar no es bueno puesto que parte de una profunda falta de respeto; pero ser humilde es ser sincero, no tiene nada que ver con hacerse peor de lo que uno es, se trata de reconocerse como un miembro más de la naturaleza, con cosas buenas y malas, exactamente como cualquier otro. Todos tenemos méritos y valores que hay que saber reconocer, ¿por qué te cuesta tanto dar ese reconocimiento?

¿Y la luz bloqueada en las piernas? Bien podría estar indicándote que te has frenado, que no intentas ir a ninguna parte. ¿Por qué? ¿Porque no sabes dónde quieres ir? ¿Porque crees no tener capacidad para alcanzar la meta que te propones? La única forma de averiguarlo es ponerse en movimiento así que... ¡desbloquea la luz y sigue avanzando! ¿Qué te lo está impidiendo?

En los pies, la base sobre la que te sustentas. Quizá necesites reconocer y valorar esa base, y darte cuenta de que la luz impregna todo el universo, sin detenerse en un punto, ni siquiera en éste que podrías considerar un límite o una frontera. Irradia también desde tu base. Irradia igualmente desde la cabeza. Apóyate sobre tus raíces y permite alimentarte de ellas. No estás carente de base, no lo olvides.

Si consideras que somos un canal de conducción eléctrica, y que la luz es esa electricidad que pasa por nuestro cuerpo, date cuenta de algo muy importante: si la bloqueas puedes destruirte, pero si permites que fluya sin obstaculizarla, no sólo te beneficiarás tú, sino que el mundo entero saldrá beneficiado.