domingo, 15 de enero de 2012

Los Reyes de Corazones



¡Qué maravillosa pareja y qué necesaria! 

En el Tarot, las Copas nos hablan del terreno emocional. Normalmente, los Reyes aluden a un hombre, y las Reinas a una mujer, aunque a veces esto no es exactamente así, sino que nos llevan a consideraciones más generales en las cuales el significado se centra más en las cualidades de la carta que en su expresión corporal. Así, los reyes nos transmiten más una acción, mientras que las reinas una posición más de acogida. 

Ambas cartas nos ofrecen su copa llena de amor. Si nos fijamos bien, la Reina de Copas inclina su cabeza para oír mejor los problemas que sus súbditos vienen a someter a su consideración. Saben de su bondad y su buen juicio; con sólo hablarle ya se sienten reconfortados, pero es que además la Reina sabe dar muy buenos consejos pues parten del amor, un amor sabio, generoso e incluso arriesgado, pues las emociones suponen un riesgo que merece la pena acometer. La reina se encuentra junto a la orilla, e incluso, estoy segura, muchas veces se baña en esa playa que a ella se acerca; la reina es receptiva, y, una vez que acoge las emociones, las apoya o las sana, pues tiene una gran capacidad para la comprensión y el ofrecimiento amoroso. 

El rey, por su parte, apoya cualquier acción que lleve y conduzca al amor. Su trono se alza en un isla en medio del agua, porque no le asustan las emociones ya que no se deja cegar por ellas sino que las valora adecuadamente. El rey, como la reina, está lleno de intuición y muestra una gran capacidad para abordar los sentimientos. Él es tierno, una característica que no debe confundirse nunca con la debilidad, pues contrariamente a lo que pueda creerse, la ternura exige una fortaleza y una gran valentía para saber conducirla. Como dije, el rey está asentado en un trono, no se va a dejar zarandear por los vientos emocionales pasajeros, sino que sabe profundizar bien en ellos y actuar en consecuencia. 

No me cabe ninguna duda; las dos cartas hacen una excelente pareja.