Jesús ha nacido, del cielo bajó
la estrella que brilla más fuerte que el sol.
Señor, Niño Dios, déjame por favor,
tenerte en mis brazos sedientos de amor.
La aurora ilumina mi noche de amor,
la calma penetra mi angustia y temor.
Señor, Niño Dios, nace en mi corazón,
alumbra mi vida con tu Redención.
María me enseña su dulce canción,
que alegra al Niñito que viene de Dios.
Sus ojos me lanzan destellos de sol,
Su risa me invade con Su tierno Amor.