lunes, 1 de febrero de 2010

Un tiempo de Ejercicios Espirituales

Cuando de niña, en algún momento estudié en algún centro religioso, se me acostumbró a una práctica que considero de mucho interés: la dedicación de un tiempo para los Ejercicios Espirituales. Esto consistía en tomarse unos días para el encuentro personal con Dios y con uno mismo.

He de decir que esos tiempos me vinieron muy bien por múltiples razones. Uno podia desconectar de todo y centrarse en esos temas profundos que, a la larga, nos van construyendo como personas, y a los que no solemos dar un lugar específico en nuestras vidas. A veces, la complejidad de los acontecimientos nos alejan de la solución, precisamente por no pararse a observar desde dentro de uno mismo, en vez de desde la vorágine de los sucesos.

Por esa razón, y debido a asuntos personales que también me reclaman, creo conveniente dar un tiempo de vacaciones a este blog que, si Dios quiere, volverá en el próximo mes de marzo.

Cuando miro el número de entradas publicadas, creo que hay lectura suficiente para un mes; así que os invito a releer aquellos textos que quedaron en el olvido o que simplemente no pudieron ser leídos en su día.


Me cuesta mucho interrumpir las entradas de este blog; de hecho ya tengo nuevas entradas preparadas, pero creo que es bueno concederse unos descansos de vez en cuando, y pienso que ahora es el momento más adecuado para hacerlo.


Deseo reemprender esta aventura con vuestra compañía y con la de muchos amigos más.

¡Gracias por vuestra presencia y por vuestro afecto que me llega de múltiples maneras.


¡¡¡¡Hasta prontito!!!!!