viernes, 30 de mayo de 2008

LA EMPERATRIZ - (Meditando con las Cartas del Tarot)

La Emperatriz es la carta número III de los Arcanos Mayores en el Tarot Rider Waite.

La Emperatriz es una carta que hace relación, una vez más, a un determinado aspecto femenino. Pero a diferencia de su antecesora, la Suma Sacerdotisa, que era pasiva y se imbuía de conocimiento interno, la Emperatriz es la prosperidad y la productividad. La Emperatriz lo tiene todo y todo lo comparte: es la prodigalidad, la abundancia. Es una mujer realizada que tiene mucho que ofrecer al mundo. Todo lo que toca se enriquece. Desde su trono, en una actitud profundamente activa, contempla la abundancia de la naturaleza. Sólo basta sembrar la semilla para poder recoger abundancia.

La Emperatriz es generosa y creativa. Tiene enormes recursos, pero no es avasalladora. Se mueve de forma espontánea. No se somete a reglas sino a ciclos vitales, pues es una mujer y como tal los conoce a la perfección.


Sabe dar a luz nueva vida, como cualquier mujer embarazada. No pone obstáculos a la creación sino que contribuye a ella como mejor puede; sin cicatería alguna.

A la hora de meditar, ante la visión de esta carta, uno podría hacerse consciente de su significado. Darse cuenta de lo mucho que posee y que por tanto debe ser pródigo y abundante con los demás; incluso, consigo mismo. Debe tener confianza en que, si no se ponen obstáculos, la vida ofrece abundancia.

La riqueza se ofrece. La riqueza es una abundancia creativa. Y a la creatividad hay que dejarla fluir sin obstáculos ni miedos.

En su Tarot-Zen, Osho da el nombre de Creatividad a la que nor
malmente se conoce como Emperatriz. Osho dice "Ama aquello que hagas". No importa la actividad que uno realice, debe llevarla a cabo con inmenso amor. No se trata de realizar grandes obras de arte que sean admiradas en los museos, sino de aplicar creatividad a cualquier aspecto de nuestra vida: cómo decorar la casa, cómo cocinar una deliciosa comida, cómo realizar un bonito arreglo floral. Sé creativo y ama lo que hagas. Y, además, compártelo con los demás.


La Reina, en el Symbolón, nos enfrenta a una dualidad. El Symbolon nos habla de un determinado aspecto psicológico que, o bien hemos llegado a alcanzar, o bien no sabemos aún como utilizarlo en nuestro beneficio y en el del mundo. Con el Symbolon se nos coloca frente a un reto: unir dos aspectos de la personalidad. El problema de una reina es no saber serlo. Y ¿por qué una reina (alguien nacido para serlo) puede fracasar en la tarea?

Hay múltiples razones para ello, y esta carta nos las coloca ante nosotros para que las veamos y podamos superarlas.

Una reina debe ser consciente de su propio valor. Es verdad que también necesitamos que los demás nos reafirmen, pero no debe desequilibrarse la balanza y otorgar excesivo peso a los demás y ninguno a nosotros mismos. La Reina debe saber gobernar con sus súbditos y para sus súbditos.

Además, debe confiar en lo que la vida ofrece. La Naturaleza es rica en su esencia. La manzana nos recuerda que la vida crece siempre, y por tanto hay que confiar y no obstaculizar; ayudar, preparar el terreno, pero siempre desde un punto de vista positivo. Sin embargo, la otra mano de esta reina nos muestra que está tensa porque puede que no confíe ni en la naturaleza ni en ella misma, y eso la haga a veces ser autoritaria, justo cuando no debe.

Cuando uno conoce su puesto, lleva a cabo la tarea sin problemas. Cuando no lo conoce puede pecar bien por exceso de orgullo o bien por defecto de autoestima.

martes, 27 de mayo de 2008

¿La religión de la pobreza?

Me gustaría comentar sobre una cuestión en la que, a mi juicio, se incide demasiado.

Para mí la figura de Jesús es más que importante. Lo admiro profundamente y lo amo. Mucho se opina, mucho se dice sobre él, pero hay algo en lo que últimamente me vengo fijando, y con lo que no acabo de estar completamente de acuerdo. Se trata de esa alabanza de los pobres y de la pobreza que constantemente se nos relata.

Al basar la virtud en esa preocupación por la pobreza, automáticamente se condena a los ricos. Pobres y pobreza son buenos; ricos y riqueza son malos. Entonces, ¿por qué habría que ayudar a los pobres?, ¿para que se hagan ricos y por tanto malos? Por otra parte, ¿quién ayudaría a los pobres?, ¿los otros pobres que tampoco tienen nada?

Yo creo que reducir la ética religiosa a una cuestión económica es frivolizar demasiado.

En primer lugar, a mí me parece, por lo que se relata en los Evangelios, que Jesús no sólo frecuentaba el trato con los pobres, sino que lo hacía también con los ricos. Es decir, se acercaba al ser humano fuera cual fuera su situación, y ésa es una de sus singularidades que a mí me emocionan. No hacía ascos a una invitación de un recaudador de impuestos, y tampoco los hacía al contacto con los leprosos. Era invitado a todos los ambientes y a todos acudía.

Otra cosa es considerar la riqueza como meta que uno desea alcanzar incluso aunque para llegar a obtenerla uno deba dañar. Eso, sin duda, es objetable.

Pero el pobre no tiene por qué ser bueno, sencillamente porque es pobre. Y el rico no tiene que ser malo, sencillamente porque es rico. Eso es una experiencia personal. Hay pobres que para salir de su pobreza hacen lo mismo que esos ricos que desean aumentar su riqueza: delinquir.

Un rico puede tener el alma rota al igual que un pobre, y merecan AMBOS compasión.

La economía puede provocar miseria espiritual, por supuesto; pero esa miseria puede encontrarse tanto en el campo de los poderosos como en el de los mendigos.

¡Jesús atraía a todos y con todos se relacionaba! Y yo se lo agradezco porque eso prueba que él no excluye a nadie, sino que se lanza a dar ejemplo y ayuda a quien lo necesita, proceda del estrato económico que proceda.

Ser buenos, con dinero o sin él: ése es el reto.

viernes, 23 de mayo de 2008

La Bondad de Dios

Lo que trato en esta entrada de hoy, es algo que ya he abordado en otros espacios, pero es tan importante para mí, que me gusta hacerlo público para que otros puedan beneficiarse de aquello que a mí, al menos, me ayuda.

Una vez establecida la existencia de Dios, la siguiente pregunta que para mí ha tenido enorme importancia es conocer la naturaleza de Dios. Y eso me lleva a preguntarme: ¿es Dios bueno o malo?
Esta pregunta que, a priori, pudiera escandalizar, hay que entenderla adecuadamente, ya que lo bueno y lo malo de alguna manera parecen conceptos relativos, pues lo que es bueno para uno pudiera ser malo para otro. Entonces, ¿cómo saber si existe lo que un humano llamaría bondad o maldad en Dios?
Necesitaba conocer la respuesta, y entonces me puse a meditar y lanzar esa pregunta. La respuesta fue sorprendente, y extremadamente respetuosa puesto que partió de mi duda; no hubo reproches, sino comprensión, y esto es lo que sentí en mi interior, por si a alguien pudiera servirle de ayuda.
Bien, de acuerdo. No puedes discernir si hay en la fuente original maldad o bondad de acuerdo a tus principios, pero lo que es incontestable es que lo que hay es ante todo: VERDAD.

Es decir, sea aparentemente bueno o malo, lo que existe es la VERDAD, lo que hay, en vez de lo que no hay. Por tanto, el bien o el mal deberán amoldarse a esa Verdad; no podrán ir en su contra.

Y la Verdad no puede ir en contra de la naturaleza profunda, porque aquello sería una contradicción imposible. Por tanto, ¿qué anida, en realidad, en el corazón del hombre?, ¿qué anhela?, ¿la muerte?, ¿la destrucción? ¡¡No!! Si la busca, lo hace movido por la desesperación de que la inmortalidad, la eternidad, no existan.

Si el hombre se enfrenta con su hermano, lo hace por la desesperación de que él no le ame; por tanto lo que mueve al hombre al odio es el anhelo del amor.

Así que, ¿qué hay en el fondo del corazón del hombre? Amor, Totalidad, Eternidad. ¿Es eso Bondad o Maldad? Entonces, ¿quién es el origen de la humanidad?

No lo olvides nunca. Ten esa confianza en el momento de la duda. Dios es Amor. No puede ser otra cosa porque el Origen es LA VERDAD.

jueves, 22 de mayo de 2008

Premio "Brillante Weblog"


Resulta que tengo unas muy buenas amigas que han decidido otorgarme el mismo premio y a mí me hace muchísima ilusión.

Una es Adru desde su hermoso blog "Caminando hacia una ilusión" (http://caminandohaciaunailusion.blogspot.com/).

El otro viene de tres amigas, Patry, Betty y Silvia, desde su maravilloso blog "Páginas de la Vida" (http://paginasdenuestravida.blogspot.com/)

Vaya por delante mi agradecimiento a todas ellas.

Según la información de las creadoras de Páginas de la Vida, el premio Brillante Weblog está dedicado a webs y blogs que resalten por "su brillantez tanto en temática como en diseño. Y con el mismo propósito de promocionar entre todos una vez mas en la blogosfera mundial". Ante esto, ¿qué puedo decir? ¡¡¡Gracias!!!

Como estas amigas me envían unas reglas, las transcribo e intento seguirlas.

Reglas

1- Al recibir el premio, se ha de escribir un post y de ha de mostrar el premio e indicar el nombre del blog o web de quien te lo regala y enlazarlo al post de ese blog o web que te nombra ganador.
2- Elegir un mínimo de siete (7) blogs (pueden ser más) que creas que brillan por su temática y/o diseño. Escribir sus nombres y los enlaces a ellos. Avisarles que han sido premiados con el PREMIO “ BRILLANTE WEBLOG”
3- Opcional. Exhibir el PREMIO con orgullo en tu blog haciendo enlace al post que tú escribes sobre él.


Evidentemente me gustaría premiarlas a ellas, pero como ya han recibido este brillante...

MIS PREMIOS EN ESTA OCASIÓN VAN PARA:

1 . Pasión, quien me ofreció la posibilidad de colaborar en su blog y motivarme para la aventura del mío propio. Su blog es DIOS LAICO http://dioslaico.blogspot.com/

2. M. José, por su blog LA DANZA DEL TIEMPO Y DEL ESPACIO http://ladanzadeltiempoyelespacio.blogspot.com/

3. Susu, por su blog EL RINCÓN DE SUSU http://elrincondesusu.wordpress.com/

4. Perlita, por su blog PERLAS DEL SEGURA
http://perlasdelsegura.blogspot.com/

5. María, por su blog MI PLUMA DE CRISTAL http://miplumadecristal.blogspot.com/

6. Amanecer, por su blog ENREDADA EN LA VIDA http://enredadaenlavida.blogspot.com/

7. Estrella Altair, por su blog LA MIRADA SENCILLA http://lasmiradasencillas.blogspot.com/

8. Tere y Sari, por su blog DE LA MANO DE TERESA DE JESÚS
http://wwwdelamanodeteresadejesus.blogspot.com/

9. Ximena, por su blog APRENDIZ DE HUMANA
http://deliciasdelpaisdelasmaravillas.blogspot.com/

10. Angélica, por su blog LAS RUTAS DE ANGÉLICA
http://lasrutasdeangelica.blogspot.com/

Un abrazo sincero a todos.


martes, 20 de mayo de 2008

Apreciar la Vida


H. Isaqui,
en su bonito Blog de Imágenes
(http://blogdeimagenes.blogspot.com/)
nos obsequia con ésta que no me resisto a publicar.

LA SUMA SACERDOTISA - (Meditando con las Cartas del Tarot)

La Carta número II de los Arcanos Mayores en el Tarot Rider Waite, se conoce como LA SUMA SACERDOTISA. Existe una muy buena colección de libros sobre el significado de esta carta con todos los dibujos alegóricos que la ornamentan. Pero yo aquí voy a dar apuntes para meditar sobre ella y sobre lo que podría estar diciendo a cada uno de nosotros si apareciera después de barajar todo el mazo.

La gran sacerdotisa está sentada. En sus manos parece tener la Torá (libro religioso). Sobre su pecho lleva una cruz. Y su cabeza luce una corona. Por lo pronto podemos ver con claridad que nos habla de un aspecto muy íntimo como es la religión; y una religión un tanto ecléptica pues muestra símbolos que pertenecen a diferentes confesiones. Pero ella lo esudia todo; lo asimila todo. A sus pies está la Luna, y es que todo lo que muestre la luna, la noche, nos habla del mundo interior; de ese mundo que hay que ir desentrañando poco a poco, y que, precisamente por no ser demasiado patente, puede producir una cierta confusión.

A los lados vemos dos columnas, sobre las que sólo voy a valorar su color: el blanco y el negro; dos opuestos, la luz y la oscuridad. Y es que el mundo interior está plagado de misterio, pero también de maravillosa claridad. Detrás vemos un campo de girasoles. Así que, de la noche (la luna) va a surgir vida (los girasoles).

Reconozco que lo que estoy diciendo es muy personal, pero, sigamos.

La Suma Sacerdotisa nos hace una llamada a la intuición, a la verdad interior, al sentimiento sagrado, espiritual y religioso de la vida. Pero ella no impone nada. Al contrario, si de algo puede pecar a veces es de un exceso de pasividad. Valora tanto, medita tanto que puede permanecer inactiva y no permitir que surgan esos maravillosos girasoles que están a su espalda.

La Sacerdotisa, además, nos puede hablar de dos aspectos contradictorios que cada uno debiera valorar. Puede hablar de sabiduría (suponiendo que la haya puesto en marcha y le haya dado el tiempo necesario para madurar), y de virginidad, inocencia, y, por tanto, un cierto desconocimiento pues aún le falta precisamente tiempo y práctica.

A la hora de meditar, podemos verla como una llamada al mundo interior, al mundo espiritual, a lo sagrado. Puede estar diciéndonos que consultemos con nuestro guía interior. Pero también puede indicar que no nos vendría mal un consejo de un guía exterior, si fuera necesario.

En el Tarot Osho Zen se nos exhorta a encontrar nuestra verdad interior, nuestra propia voz; a replegarnos y, en absoluta calma y serenidad, bucear dentro de nosotros mismos para alcanzar la claridad. Las emociones se calman y, aunque nos pueda inundar un espíritu juguetón (representado por los delfines, a su vez sanadores), uno está conectado con su serena verdad interior.

La verdad no puede ir en contra de la vida, sino todo lo contrario. Esta carta nos pide que intentemos ver por nosotros mísmos la realidad.



La carta denominada PYTHIA en el Symbolón nos ofrece unos detalles, a mi juicio, muy reveladores. Se cuenta que la pitonisa del Oráculo de Delfos se sentaba sobre un taburete de tres patas y, tras unos rituales, entraba en trance y ofrecía las respuestas a las preguntas que se le habían hecho. En esta imagen vemos a la Pitonisa ensimismada en su propio trance y en su visión profética. Pythia, como la Voz Interior de Osho, busca su verdad dentro de su propio ser en conexión con ese algo superior que emerge en la meditación.

Sin embargo, si nos fijamos más detenidamente, al fondo un sacerdote espera que Pythia empiece a hablar. Y es que, según lo que se supone que sucedía en el Templo de Delfos, la pitonisa hablaba en trance, y aquello que decía era transcrito por el sacerdote. Muchos se cuestionan la posible manipulación que se hacía de los mensajes de la pitonisa. Y ahí es donde la carta nos podría estar pidiendo que pusiéramos atención: ¿escuchas tu propia voz o te dejas manipular por lo que los demás entienden? ¿Actúas por ti mismo y con tu verdad o permites que otros manejen tus hilos? ¿Has perdido tu intuición por falta de fe o por comodidad? Recupera tu verdad interior; la que ni siquiera se expresa en palabras: ¡La Verdad!

sábado, 17 de mayo de 2008

David Lifar habla de "Un corazón puro"

Este texto está recogido del libro Con los pies en la tierra y el corazón en el cielo, de David Lifar. Si he decidido ponerlo en este blog es porque mi amiga Pasión (http://www.dioslaico.blogspot.com/) nos presentó a todos otro texto de este mismo autor, y me entraron deseos de buscar aquella otra historia que tanto me había conmovido al leerla. Se trata de un texto que me dió mucho que pensar. Y es que a veces, en el camino de la Espiritualidad, uno se encuentra con usos no del todo nobles; sin embargo, creo que incluso a través de ellos Dios obra maravillas, y este texto lo describe a la perfección.

Ésta es la historia:


ALBERGA UN CORAZÓN PURO

Hace muchos años, en el sur de la India, vivía un brahmín muy ortodoxo. Todos los dias, el sacerdote dedicaba varias horas a la meditación.Tenía un hermoso altar en donde celebraba el puja, un acto de adoración a Dios.

Al mismo tiempo, este gran devoto tenía una pequeña debilidad: era amante de un cierto tipo de postre. Pero como su situación económica no le permitía comprarlo, ideó un truco para disfrutarlo todos los días.


Durante el puja, cuando se ofrece comida a Dios, se cierra una cortina frente al altar para permitir que Dios disfrute de la comida solo. Despues de un rato, el pujari, o sea el celebrante, entra a buscar la comida bendecida para compartirla con todos.


El hombre solía pedirle a su esposa que preparara un poco de este postre para ofrecerle a Dios durante el puja de la mañana. Pero cuando iba detrás de la cortina, se comía él mismo el manjar, y luego salía y decía a la familia que Dios habia aceptado su adoración y se había terminado el postre. Todos estaban muy contentos porque creian que el Creador venía todos los dias para consumir su ofrenda.


Esto continuó durante varios meses. Un día, sucedió que el hombre tuvo que ir a un pueblo lejano por un acontecimiento especial. Como era un brahmín ortodoxo, quería que se respetara la veneración diaria en su hogar. Llamó entonces a su hijo pequeño, que solía ayudarlo en la ceremonia, y le dijo:


-Hijo, has visto ya como celebro el puja. No podré realizarlo hoy, por lo que te pido que lo hagas tú.


El hijo respondió:


-Padre, estaré honrado de hacerlo.


Así pues, el hombre partió y el hijo comenzó a preparar la celebración. Como era habitual, la madre trajo un poco del postre para que el hijo lo ofreciera a Dios. El niño lo colocó sobre el altar, cerró la cortina y salió a esperar mientras el Creador lo comía. Después de un rato, el niño volvió a entrar para retirar el plato y para su espanto, vio que el postre seguía allí. "Debo haber hecho algo muy mal", pensó. "Dios no está satisfecho con mi puja; por ello rechazó mi postre hoy. Pensé que estaba haciendo el puja exactamente como mi padre." Luego clamó a Dios:


- iOh, Señor! Si mi padre se entera de que te hice pasar hambre, estará muy enojado conmigo. Por favor, ¡come el postre!


El niño colocó el plato nuevamente en su lugar, cerró la cortina y volvió a esperar. Cuando volvió, el plato seguía lleno. Cayó de rodillas frente al altar y llorando, dijo:

-Dios mío, si no comes el postre hoy, cuando mi padre vuelva y se entere, me matará. Por favor, ¡cómelo! Nuevamente miró el plato, pero seguía lleno. Esta vez, lloró tan fuerte que se desmayó. Cuando volvió a despertar luego de media hora, vio que el postre ya no estaba en el plato. Comenzó a saltar de felicidad:

-¡Oh, Dios, estoy tan contento! Escuchaste mi oración. iAhora puedo decirle a mi padre que tambien aceptaste mi ofrenda!


El hijo esperó ansiosamente el regreso de su padre, que llegó ya entrada la noche. Apenas lo vió, corrió a saludarlo:


-Padre, padre, Dios aceptó también mi ofrenda. Comió el postre tal como lo hace contigo todos los días. Al principio, rehusó hacerlo. Pero luego lloré tanto, ¡que lo obligué a comerlo!


El padre pensó que el niño sabía lo que él había estado haciendo y que simplemente había esperado la oportunidad para hacer lo mismo. Entonces, le pregunto:


-¿Estás seguro de que Dios comió el postre?


-Si, padre, no cabe duda de ello.


-Entonces -dijo el padre- puedes repetir el
puja mañana. Quisiera verlo.

-Está bien, padre. Si Dios comió el postre hoy, ¿por qué no habría de hacerlo mañana?


Al día siguiente, el niño realizó el acto de adoración, pero Dios no comió el postre. Entonces, el niño comenzó a llorar otra vez. Estaba ya listo para golpear su cabeza contra el suelo, cuando una voz dijo:


-No llores, hijo. Me gustaría aceptar tu ofrenda, pero no puedo hacerlo frente a tu padre. No merece verme comerla.


El padre también escuchó la voz. Cayó entonces a los pies de su hijo y dijo:


-Eres mi maestro. Has abierto mis ojos. Ojalá también yo tuviera tu fe y tu devoción. Pero solo soy un letrado; realicé el
puja correctamente de acuerdo con las escrituras, pero no tuve la fe que tú has tenido. Por ello es que Dios no aceptó nunca el postre que yo le ofrecí, pero sí tomó el tuyo.

Dios escucha siempre la oración que proviene de un corazón sincero y puro.

* David Lifar, "Con los pies en la tierra y el corazón en el cielo", Javier Vergara Editor

miércoles, 14 de mayo de 2008

¿Por qué no sentimos ayuda cuando más la necesitamos?

Hay momentos en la vida en que nuestro estado anímico casi podría decirse que está al borde del colapso. Es en esos momentos cuando elevamos una aguda queja y una petición desesperada de ayuda. Sin embargo, nadie parece escucharnos. Pedimos a Dios y, aparentemente, desaparece de nuestro lado; suplicamos a los ángeles, pero no escuchamos su revoloteo; imploramos a diversas ayudas espirituales y nada. ¿Por qué?

Poco a poco, nuestra desesperación va transformándose en otros sentimientos más serenos, hasta que por fin recuperamos el "norte". Y entonces, ya apaciguados, surge una pregunta en nuestro interior: "¿Por qué no me ayudaste? ¿Por qué no estabas conmigo?" Y curiosamente, si uno está bien atento, escucha una respuesta: "Estaba cont
igo". - "Pero yo no te sentía". - "Lo sé".

Qué impacto, ¿verdad? Voy a dar una respuesta que en su momento me fue dada a mí. Si sirve de ayuda, bienvenida sea. El hombre es un ser complejo; a veces parece divino, pero en otras ocasiones, nuestras pasiones nos ciegan en exceso alejándonos de esa fuente divina que todos llevamos dentro. Por supuesto que la palabra "alejar" está usada de una manera metafórica, porque lo cierto es que uno no puede alejarse de su esencia por mucho que lo intente. Lo que sí puede ocurrir es que tapemos de alguna manera esa parte divina, y nos introduzcamos en esa otra parte más salvaje, menos refinada, de las pasiones llevadas al extremo.

Hay que entender que las dos partes tienen una gran fuerza; pero, entiendo que la divina es mucho más potente. Esas ayudas espirituales que solicitamos contienen una energía extraordinariamente poderosa. Entonces, podría muy bien ocurrir lo siguiente. Si esa fuerza poderosa se une con la energía de nuestras emociones desatadas y fuera de control, ¿qué sucedería? Probablemente que se extendieran aún más. Fuerza + fuerza = ¿hecatombe? Más que probable.

Lo que hace falta en los casos en que nuestra energía se está extendiendo de una manera equivocada, es
encauzarla y rebajarla, no aumentarla. Y esa podría ser la razón de que no sintiéramos la fuerza de la ayuda divina tal y como querríamos sentirla. Porque si experimentarámos ese poderío, nuestras penas se ampliarían, nuestro dolor se duplicaría, nuestra desesperación se haría tan fuerte que no podríamos con ella.

Por eso no sentimos una fuerza mayor, sino una aparente disminución de la misma. Primero, nuestras pasiones van alcanzando un punto más álgido; pero, si no se las refuerza, poco a poco rebajan su intensidad, y es entonces cuando sí podemos experimentar una ayuda más certera.

Esto no quiere decir que no se nos haya ayudado en el momento difícil. Sencillamente no se nos ayuda reforzando nuestro malestar, sino rebajando la intensidad de nuestras pasiones, y permitiendo que vayan volviendo a su ser. Una vez conseguido el objeto, la cosa empieza a ser diferente, y, entonces sí, podemos empezar a percibir una verdadera ayuda, porque entonces ya estamos más dispuestos a escuchar y no a manipular.

lunes, 12 de mayo de 2008

EL MAGO - (Meditando con las Cartas del Tarot)

Cuando contemplo la carta de El Mago en el Tarot Rider Waite, lo primero que experimento es una gran alegría. La razón es muy clara; para mí El Mago es una muestra de confianza que deposita el Cielo en nosotros. Se considera a la persona capaz de solucionar las cosas desde su propia perspectiva. Se le proveé con todo lo necesario. Sobre la mesa están los símbolos de los cuatro palos del Tarot (copas, oros, bastos y espadas). Combinándolos, la persona puede obrar maravillas. Sólo necesita armonizar dos aspectos: el cielo y la tierra. Eso se ve con mucha claridad si observamos los brazos de esta figura. Una apunta hacia el cielo; con ello, a mí me da a entender que solicita permiso y ayuda divina, que no la descarta en absoluto pues no es tan prepotente. Con el otro brazo apunta a la tierra, a su propio trabajo, a su propio esfuerzo para materializar la tarea que tiene entre manos.

El Cielo confía en nosotros. Nos proveé de lo necesario y nos pide que nos pongamos a trabajar con la esperanza del éxito. No va a hacer el trabajo que nos corresponda a cada uno por nosotros, pero sí va a favorecer el esfuerzo. A la hora de meditar con esta carta me hace sentirme feliz que tanta confianza sea depositada en nuestras manos. Se nos da lo necesario, pero eso no quiere decir que consigamos las cosas sin esfuerzo y voluntad. Se trata de que uno valore las herramientas que posee y se disponga a la tarea.

La carta tiene el número I. Es la carta del individuo. Es él quien debe decidir la tarea y ponerse a hacerla. Pero es él también el que tendrá en cuenta no sólo lo humano sino lo divino. Se le ha concedido un gran milagro: el de su existencia y el de su capacidad. Se le ha concedido el milagro de la vida y ahora ha de vivirla en plenitud.


Precisamente en el Tarot Zen de Osho a esta carta se le da el nombre de "Existencia". El ser humano ha sido puesto en el universo y lo primero que tiene que hacer es agradecerlo y sentirse parte integrante de él. No se trata de merecimientos o no, sino de un don que hay que saber agradecer y valorar. Un don que le ha sido dado a todos los seres que componen la existencia. Un don que debe hacernos conscientes de algo muy importante: el hecho de que si estamos aquí es por algo; nadie sobra, todos estamos aquí por algo determinado, y eso hay que saber apreciarlo.

Cuando hablamos de la cartas del Tarot, hay que decir que cada una, además de un significado básico y más o menos general para todos, tiene un significado particular e intiuitivo; y aún más, todo depende de la situación de la carta en una tirada determinada. Aquí, estamos meditando con ellas, por tanto, los múltiples significados que puedan tener para nosotros deben ser valorados.

Y me gusta señalar este hecho precisamene al tratar esta carta de El Symbolon que recibe el nombre de "El Mago". ¿Por qué lo digo? Pues porque es una carta que puede resultar muy ambivalente. Digamos que puede ser positiva o negativa; puede tratarse del mago o de su creación (ese homúnculo que se encuentra en la probeta). Dependiendo de su situación en una tirada, la explicación sería más clara, pero aquí, vamos a enfocarla de otra manera.

El Mago de El Symbolon tiene un cierto aspecto siniestro. Pero ¿por qué? Pues muy probablemente por el uso que está haciendo de sus "poderes"; en realidad, de sus capacidades, sus habilidades. Es verdad que el Cielo le ha dado instrumentos para crear vida (situaciones, acciones, etc.). Tras él, sobre una mesa contemplamos un libro abierto; un libro del que sin duda ha extraído gran conocimiento. Hay una calavera también, pues para crear vida ha tenido que adentrarse también en los misterios de la muerte. Atada a su cintura vemos unas llaves; para mí son nuevamente esas llaves de la sabiduría que pueden abrir las puertas de la vida. Pero quizá, y eso es lo que debería valorar el mago, la tarea de crear vida se ha convertido en una especie de obsesión, y está tan concentrado en ella que puede estar olvidando el verdadero origen de la vida, que no es él sino el Cielo. Está encerrado en un círculo que le impide ver a través de esa ventana; una ventana que le lleva al origen verdadero. Pues el Mago no debería olvidar que él es también una creación, y que se la ha permitido la posibilidad de compartir una tarea creativa con el Hacedor de todo, pero no se trata de una tarea que sirva al Mago para creer en sus poderes como única fuente de recursos, sino para valorar la grandeza de quien le da ese poder, y hacer que produzca más amor en vez de más soberbia.



viernes, 9 de mayo de 2008

Salvaje, el Guepardo - Segunda parte


Los días pasaban y ningún animal pisaba la selva. Hasta los árboles parecían haberse negado a cantar en unión del viento. Durante los primeros días, el mono disfrutó este estado de cosas, pues aquello quería decir que los animales respetaban su prohibición y esto le hacía sentirse un ser importante. Sin embargo, poco duró su alegría; cuando quería hablar con alguien, miraba a un lado y a otro sin que nunca hubiera nadie a quien dirigir la palabra.

El mono inventó un juego que le hacía creerse en compañía; se trataba de pronunciar su nombre con una gran fuerza en algún lugar donde el eco pudiera devolverle su sonido, pero tampoco esto funcionó, el eco se negó a ser amigo de aquel mono egoísta y dominante.

Los días cada vez le parecían más largos al mono, ya nada le apetecía. Llorando se fue al lago preferido del guepardo y, asomándose sobre el cristalino espejo, vio su triste aspecto reflejado en él. Pero, fijándose un poco, vio algo más. Se trataba de Salvaje el guepardo, que le preguntó así:

- “¿Qué te pasa? No pareces muy alegre.”

- “Y no lo estoy.” -Contestó el mono- “¿Sabes? Me equivoqué. Echo tanto de menos la compañía de los demás. He sido un egoísta. Hasta el eco me ha vuelto la espalda y no quiere jugar conmigo.”

Salvaje se compadeció del mono; veía claramente que había aprendido la lección y decidió hacerse su amigo.

- “Nunca me has dicho cómo te llamas.” -Dijo el guepardo.

El mono intentó contestar a la pregunta de Salvaje, pero hacía tanto tiempo que nadie le llamaba por su nombre que hasta esto se le había olvidado. La tristeza del mono era muy grande. De repente, el eco susurró un nombre entre los árboles.

- “¡Kihor!”

Al mono se le iluminó el semblante, pues aquél era su nombre, y resultaba tan dulce volverlo a escuchar de una voz amiga.

Pronto todos los animales volvieron a la selva y compartieron su amistad con el mono Kihor, quien, desde aquel momento fue uno de los animales más afables y cariñosos de aquella maravillosa selva.



jueves, 8 de mayo de 2008

Salvaje, el Guepardo - Primera parte

(Nota: Hace bastantes años nos sentamos mi sobrino -entonces un niño- y yo con la idea de escribir un cuento. Deseábamos hacer una historia común, y para ello le pedí que imaginara un animal, y, a partir de ahí, ir formando una historia. Como en aquel momento estaba interesadísimo en los guepardos, el protagonista no podía ser otro animal. Y así empezó este relato que deseo publicar aquí en dos partes para no cansar a los lectores.)

En la selva de África vivía un guepardo llamado Salvaje, quien, a pesar de su nombre, era muy pacífico.

Aunque el guepardo no es originario de la selva, lo cierto es que Salvaje, un día, decidió viajar, y, saliendo de la sabana que le había visto nacer, apareció en la selva totalmente desconocida para él, y le agradó tanto que decidió establecerse en ella.

Una mañana, al despuntar los rayos de sol en el horizonte, Salvaje salió a dar un paseo. En el camino se encontró con un mono que no tenía muy buenos modales, quien, interponiéndose en su camino, le dijo:

- “Oye, tú, como te llames; ¿es que no sabes que éste es mi territorio? ¡Fuera de aquí!”

El guepardo, que casi nunca tenía ganas de pelear, le dijo:

- “Me parece que te equivocas. Vengo aquí muchos días, y como yo muchos animales, y nunca se nos ha prohibido el paso.”

- “Pues ya lo sabes -replicó el mono-. A partir de ahora, éste es mi territorio y no permito que nadie entre en él. Vuélvete por donde has venido.”

Salvaje era un buen guepardo, lleno de paciencia para con todos, incluidos los monos impertinentes que pudiera encontrarse a su paso, por tanto, decidió hacer entrar en razón a este ser tan desagradable.

- “No creo que éste sea tu territorio, pero, aunque así fuera, no veo por qué puede molestarte mi presencia; al fin y al cabo, no hago nada malo, tan sólo paseo, y, si quieres, podemos hacerlo juntos y charlar un rato.”

- “Oye tú, como te llames; no te he pedido tu opinión. Vamos, lárgate.”

Salvaje, viendo que era imposible hacer entrar en razón al mono, decidió marcharse y cambiar de itinerario en sus paseos matutinos.

Ya atardecido, Salvaje se encontró con Mumpi, el elefante, quien se dirigió a él en estos términos.

- “¿Te has enterado de las últimas noticias?”

- “¿A qué noticias te refieres?” -preguntó el guepardo.

- “Pues a ese mono que pretende adueñarse de parte de la selva. ¿Habías oído algo tan tonto en tu vida? Dice que ésa es su tierra y que nadie puede entrar en ella. Esta noche habrá reunión para tratar sobre el tema. ¿Vendrás?”

- “Por supuesto; nos veremos esta noche.”

Salvaje se retiró a un lugar solitario cercano a un lago, donde solía ir a meditar con frecuencia. Al guepardo, la visión del agua le transmitía una paz maravillosa y pensó que aquél sería un buen lugar para aquietar su cerebro. La noche prometía ser trabajosa y era necesario estar bien despierto y evitar cualquier error.

* * *

Una vez que el sol se hubo ocultado, todos los animales de la selva acudieron al lugar de reunión. El ambiente era tenso, pues nadie estaba de acuerdo con la posición que había adoptado el mono.

El primero en tomar la palabra fue Mumpi, quien, después de informar a los que todavía no se habían enterado de la noticia, abrió un coloquio en el que todos podían participar intentando aportar soluciones que ayudaran a resolver el problema.

Los animales de la selva estaban realmente enfadados, y eso hacía difícil llegar a una buena solución. Por fin, Salvaje el guepardo tomó la palabra.

- “Me parece que cualquier violencia que podamos ejercitar no nos va a traer la solución.”

- “Entonces, ¿qué propones, Salvaje?” -preguntó Mumpi verdaderamente intrigado.

- “Muy fácil; este mono pretende que la selva es sólo suya y no quiere vernos a ninguno de nosotros caminando por ella; muy bien, si eso es lo que quiere, le daremos el gusto.”

- “Pero, ¿es que estás loco?”

Esta frase fue lanzada por todos los animales de la selva. No podían comprender el razonamiento del guepardo, y, aunque confiaban en su criterio, esperaron su respuesta.

- “Comprendo que os extrañe mi propuesta, pero veréis: el mono quiere hacerse dueño de la selva, y no comprende lo bonito del compartir. Creo que es un buen momento para enseñarle esta lección.”

Todos confiaron en el quepardo y aceptaron su sugerencia.


martes, 6 de mayo de 2008

Efectos reales de la Meditación

Me gustaría relatar una anécdota que puede transmitir la importancia de la meditación.

Antes de casarme, mi marido ya tenía unos gatitos con él. Entre ellos estaba Perla, una gata especialmente compleja (podéis verla en toda su majestuasidad, con sus lindos ojos violeta a lo Liz Taylor).

El caso es que Perlita parece albergar en su interior un verdadero problema: el miedo. Y no es que diga que es miedosa, no, más bien podría decirse que es el pánico en todo su mayor espectro. Si alguien tiene la ocurrencia de estornudar en su presencia, la gata sale disparada buscando refugio; si, sencillamente, la persona que se encuentre junto a ella emite un ligero suspiro, pega un salto y desaparece sin apenas dejar rastro. En fin, no sabemos a qué se debe todo este miedo acumulado que tiene la pobre, pero el hecho es que lo tiene.

Además, gracias a ese caracter suyo tan retraído, el caso es que era mi tormento. Pero un día todo cambió. Aquél día me senté a hacer mi tiempo de meditación, con la consiguiente estampida de nuestra Perlita. Y es que, como le gusta estar en el sofá donde yo suelo sentarme (o tumbarme llegado el caso) para ponerme a meditar, cuando veía que me colocaba en posición de usurparle el sitio, antes de yo decir ni mú, ella se volatilizaba en un santiamén.

Pero, como digo, todo cambió un día. Viendo cómo se iba, decidí comprobar los efectos de la meditación. Me dije a mí misma: "Vamos a ver si es cierto el poder de la meditación". Y allí que me puse a meditar y a pensar en la pobre Perlita, en que se diera cuenta de que no pretendíamos dañarla de ninguna manera, que se hiciera consciente de nuestros buenos deseos para ella. El caso es que un clima debió crearse; un clima de enorme paz y de reclamo hacia ella. No se trataba de obligarla, ni mucho menos, sino de ayudarla a comprender que no había peligro.

Milagrosamente, la gatita se volvió sobre sus pasos, se subió al sofá y se puso sobre mis rodillas.

Desde ese día, cada vez que me siento a meditar o leer, Perlita se acerca a mí; se coloca delante de mis piernas y me mira esperando que yo haga la señal mágica: un golpecito en el sofá. Entonces, con una rapidez y una alegría extraordinaria, se sube al sofá y se coloca sobre mis piernas.

¿A que va a ser cierto esto de la meditación? ¡Yo ya lo sé! El poder de atracción del amor surge cuando no hay barreras que lo obstaculicen. Y agradezco tanto y tanto haberlo podido comprobar que necesitaba compartirlo.

Desde ese día, me gusta ver la sonrisa y la mirada de mi marido cuando detiene por un momento las tareas a las que esté dedicado y contempla esta hermosa experiencia. Y entonces nuestro mundo se inunda aún más de una mayor ternura si cabe.



jueves, 1 de mayo de 2008

EL LOCO - (Meditando con las Cartas del Tarot)

El Loco se considera la primera carta del Tarot. Sin embargo, para algunos también es la última. En realidad, si tenemos en cuenta que los Arcanos Mayores simbolizan el viaje de un alma, El Loco nos habla del principio, y del reinicio; de esa rueda que una vez alcanzado un punto vuelve a iniciar el movimiento. Por eso no tiene número, sino un 0 (claro que para algunos es la carta 22). En la baraja Rider Waite, se nos muestra la imagen de un joven alegre que mira hacia adelante sin miedo. Va bien vestido, y lleva en su mano una hermosa flor blanca que nos habla de la inocencia. El joven se sitúa al borde de un acantilado con la compañía de un perro, también blanco, lleno de viveza. En este caso el perro no parece entorpecerle sino que está contagiado del impulso juvenil que desprende la figura. Al fondo el sol brillante, y un fondo amarillo extraordinariamente luminoso. Además, el paisaje nos muestra otras montañas llenas de picos afilados, diciéndonos las muchas cumbres que pueden subirse.

En nuestra meditación El Loco puede hablarnos de inicios. Inicios emprendidos con alegría y con esa "suerte del novato" que parece acompañar a cualquier joven emprendedor. Si nos fijamos, este muchacho lleva sobre su hombro un pequeño hatillo; es decir, tiene algo a lo que agarrarse, algo acumulado, pero que no le impide el movimiento, sino todo lo contrario; le permite un cierto margen de seguridad pero nada pesado.

¿Ha llegado el momento de iniciar algo en tu vida? Fíjate que puede tratarse de algo para lo que nunca te has preparado, pues es algo completamente nuevo, sin cargas, sin pesos, sino ligero y lleno de entusiasmo.

El Tarot de Osho nos muestra a un joven mucho más intrépido si cabe. El precipicio es mucho más pronunciado, y el cielo se muestra estrellado y con una media luna al fondo. Parece que al caminar, el joven da pasos de baile. Nada le preocupa, sólo iniciar el movimiento. De eso parece tratarse, de ponerse a hacer algo nuevo sin darle tantas vueltas y confiando por completo en la vida misma. Tal es la confianza de este joven que, aunque bien vestido no lleva una capa que le cobije ni un hatillo con alguna que otra pertenencia. Vive la vida en plenitud, está embriagado de la vida misma con todas sus novedades, y se abre a vivir el proceso con entusiasmo. ¿Para qué el miedo si puede ser todo extraordinariamente gozoso y divertido? Esta carta nos habla de la confianza total, de no guardar nada en la retaguardia, sino valorar cada acontecimiento como algo nuevo que traerá su propia solución.

A la hora de meditar con esta Carta de El Symbolon, me parece que se trata de alguien menos joven que en las cartas anteriores. Puede que ya haya olvidado la inocencia, pero la carta parece conminarle a recuperarla. Quizá inicie el camino hacia lo nuevo con un cierto aire de socarronería, pues no es ningún recién nacido, y, aunque sabe que debe caminar hacia algo nuevo, no olvida los recuerdos que lleva en su hatillo. No olvida que pudo haber sido un rey poderoso en un tiempo anterior, pero que ha conocido cómo también los poderosos tienen su declive. Sin embargo, aunque inicie su camino mostrando un cierto aire cínico hacia nosotros, sus pasos se encaminan hacia delante; y, cuando por fin se decida a ver el camino que se abre hacia él, puede que descubrra el rayo luminoso que señala una corona triunfal en la cima de la montaña lejana.