martes, 24 de diciembre de 2013

Navidad


Jesús ha nacido, del cielo bajó
la estrella que brilla más fuerte que el sol.
Señor, Niño Dios, déjame por favor,
tenerte en mis brazos sedientos de amor.

La aurora ilumina mi noche de amor,
la calma penetra mi angustia y temor.
Señor, Niño Dios, nace en mi corazón,
alumbra mi vida con tu Redención.

María me enseña su dulce canción,
que alegra al Niñito que viene de Dios.
Sus ojos me lanzan destellos de sol,
Su risa me invade con Su tierno Amor.


lunes, 16 de diciembre de 2013

54 - EL MAESTRO Y EL DISCÍPULO

No sé, pero a mí personalmente esta carta me parece muy hermosa por lo mucho que enseña. Vemos al maestro mirando de forma bondadosa a su discípulo. Seguramente, en sus recuerdos está la imagen del maestro cuando no era más que un discípulo obediente. Y esos recuerdos le llevarán sin duda a entender que uno nunca deja de ser discípulo, por muchos años que lleve ya de aprendizaje. Y lo que es más, seguramente su mirada bondadosa deje traslucir una enseñanza incluso mayor: que el discípulo a su vez, con su comportamiento, está actuando de maestro para aquellos con los que vive, incluido su preceptor.

El joven pupilo realiza las labores que se le enseñan con gran diligencia. Y todo ello porque confía en que las tareas que le han sido encomendadas tienen una razón de ser. El muchacho no discute, sino que realiza las labores que se le han adjudicado. Lo cual no quiere decir que no piense sobre la conveniencia o no de hacerlas, pero no por ello deja de realizar el trabajo asignado. Su confianza en la sabiduría de quien le enseña le mueve a aceptar el camino del aprendizaje de manera lenta y concentrada al mismo tiempo.

Un discípulo dócil no es necesariamente alguien manipulable, sino alguien que ya tiene una gran dosis de sabiduría al ser consciente de que dada su corta experiencia aún no está en condiciones de contradecir a quien más saber ha acumulado ya. Y es esa predisposición lo que le conduce a la sabiduría y a la futura maestría.

Nuestro maestro de la carta sabe que el premio más grande para alguien dedicado a la enseñanza es que el discípulo llegue a superarlo a él. Y por eso lo mira con ternura y bondad, esperando que llegue el momento de ser superado por su atento alumno.

La maestría requiere un camino que lleva tiempo. Respetarlo es muy importante, y no hacer dejación del papel que nos corresponde en cada momento lo es igualmente. Maestro y discípulo son las dos caras de una misma moneda que de vez en cuando se intercambian a lo largo de la vida.

jueves, 5 de diciembre de 2013

53 - EL FLAUTISTA

¿Recuerdas el cuento de El Flautista de Hamelin? Pues aquí tienes la carta que nos lo trae nuevamente para darnos una lección. El Flautista nos habla de un engaño. Bueno, el cuento realmente nos habla de varios engaños. Las autoridades de la ciudad solicitan el auxilio del Flautista pues parece conocer el secreto para devolverles a sus niños perdidos. ¿Y cómo atrae de vuelta a los niños? Con el engaño de su música. Pero, una mentira nos lleva a otra, y ahora son las autoridades las que demuestran haber engañado a nuestro protagonista y deciden no pagarle lo estipulado por la realización de su trabajo. Así, el flautista hace otra vez lo que mejor sabe, toca una hermosa melodía para volver a llevarse a los niños. Si no hay pago por el trabajo, tampoco está dispuesto a ofrecer los beneficios del mismo.

Lo curioso de esta carta es que normalmente nos habla de un engaño que a la larga va a servir para algo bueno: para despertar. ¿Cuántas veces nos ha salvado  un pequeño engaño? Piénsalo. Ahí están esas invitaciones a tímidos con el consabido: "Tranquilo, seremos sólo tres cenando". Y al final resulta que era una reunión en una discoteca con cientos de seres diversos. Pero gracias a ese pequeño engaño, conocemos a la persona que de otra manera nunca hubiéramos conocido. Digamos que esta carta es una especie de "zanahoria ante la nariz" para que uno la persiga y llegue a donde debe de llegar.

A veces la seducción nos puede llevar por muy malos caminos, y esta carta nos advierte de ello; pero también nos dice que, aunque ya hemos descubierto el posible engaño manipulador, si no sucumbimos a él sino que lo miramos como una motivación más que una seducción, bien pudiera ser que aprendiérmos algo, por ejemplo, que somos más fuertes de lo que nos creíamos.



viernes, 29 de noviembre de 2013

52 - LA FERIA DE LAS VANIDADES (El Symbolon)

Los seres humanos vivimos en sociedad, y por tanto es lógico que nos guste intercambiar relaciones los unos con los otros. Fijémonos en todos los personajes de esta carta. Vemos dos parejas que se pasean por su localidad, y que curiosamente, más que mirarse el uno al otro, parecen mirarse "unos" a los "otros". Además, los dos personajes de la ventana observan con todo detalle lo que sucede ante ellos; estos personajes no parecen querer exponerse ellos mismos, pero sí entran en el juego observando críticamente todo lo que ocurre ante su mirada. Una mujer en la calle incluso se vuelve a fisgonear aquello que no se ha atrevido a mirar cara a cara, y lo hace ahora amparada en esa supuesta colocación fuera de escena. Por si los seres humanos no fueran suficientes, un perro se acerca a la pareja con una mirada de admiración, ¿quizá es esa admiración lo que ellos buscaban? Claro que el perro a lo mejor ni siquiera les admira, sino que lo que le embelesa es el olor de la flor que lleva en sus manos la mujer; una flor que luce quizá no sólo porque le agrade hacerlo, sino precisamente para obtener un cierto reconocimiento.

La Feria de las Vanidades se llama esta carta. Y sí, nos habla de esa vida social en la que damos más importancia a las vanidades (a lo superfluo que desaparece) que a lo profundo y a lo verdadero (que permanece).

La vida social forma parte de nuestra esencia, pues como he dicho al principio, somos seres sociales que necesitamos relacionarnos los unos con los otros. Pero el problema surge cuando este intercambio no obedece a valores nobles sino a gusto por la ostentanción, por el cotilleo, o por que los demás vean lo que somos en apariencia más que lo que llevamos verdaderamente en nuestro interior. Y es entonces cuando la vida social se convierte en un teatro de variedades, más que en una realidad.

A veces la vida social sirve para llenar un vacío interno o bien un vacío en las propias relaciones con otros. Y así la cosa no puede ir bien. Lo principal es darse cuenta de lo que uno es, de lo que son los otros, de lo que es el mundo, y estar dispuesto a actuar en consecuencia y no sólo como un paseante que busca un mero divertimento. 

Esta carta, en el fondo, nos confronta con algo muy importante: la Verdad.
 


viernes, 22 de noviembre de 2013

Dos años ya!




Ni podemos,
ni queremos olvidarte.
Siempre estás con nosotros.
Te respetamos y queremos mucho.
Eres un buen padre;
lo sigues siendo.
¡Que Dios te bendiga, papi querido!



domingo, 17 de noviembre de 2013

51 - EL ESTRATEGA (El Symbolon)


El ESTRATEGA estudia con detenimiento el escenario. Quiere luz para estudiar sin atisbo de confusión el tablero de ajedrez que se dispone ante él, y para ello lo ilumina no con una sino con dos velas. Además, se coloca sus gafas para no perder detalle. Y si todo ello no fuera suficiente, el estudio lo realiza rodeado de libros a los que acudir para nuevas consultas. El estratega observa y analiza en primer lugar cómo se presentan las cosas ante él y con esa preparación va decidiendo los mejores movimientos de las diferentes piezas. Teme equivocarse  y por eso lo analiza todo al máximo detalle. Concede a la vida tanta importancia que no desea permitirse un error. El Estratega se mueve en lo seguro y no desea hacer movimientos superfluos. 

Analizar, observar, estudiar, basarse en datos y conocimientos previos es algo que está bien, ¡qué duda cabe! Pero, ¿dónde queda el corazón del estratega, y la intuición que se mueve por caminos sutiles que unen su corazón a su cerebro? El estratega no debería de olvidar que no todo está escrito, que no todo se mueve según las leyes conocidas, sino que además existen otras desconocidas, y ¿entonces qué? La perplejidad de nuestro personaje sería algo a lo que tendría que enfrentarse. 

Conciliar la intuición con la razón no es tarea fácil; ninguna debería suponer la eliminación de la otra, sino que obrando conjuntamente, la esperanza de éxito sería mucho más elevada. Conocer las causas y los efectos es fundamental, y abrirse a nuevas luces bien sopesadas y analizadadas puede ser una gran ayuda en el acierto del movimiento perfecto.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

50 - EL JARDÍN DE LOS ESPÍRITUS

Veamos con detenimiento la imagen. Una mujer trabaja en el jardín. No parece especialmente entusiasmada al hacerlo, sino que en vez de centrarse en la tarea que tiene entre manos, sueña con hadas o con cualquier cosa que la aleje del mundo en el que realmente vive. ¿Por qué hace esto? ¿Como medio de evasión ante su insatisfacción o para proyectar un futuro adecuado? Más parece una evasión, por el contenido de sus sueños. 

Si miramos al fondo, podemos distinguir una hermosa mansión. El caso es que por las ropas que viste nuestra protagonista, no parece ser la dueña de tal mansión sino más bien alguien que trabaja para los habitantes de la misma. Y así, ella se siente una especie de "Cenicienta", trabajando para otros y no obteniendo nada propio; creyéndose, en fin, una "desheredada" Y por eso sueña, porque no le gusta el papel que representa pero tampoco parece hacer nada para mejorarlo.

Es una pena. Porque lo cierto es que dueña o trabajadora de la mansión, pertenece a la misma, y si viera la belleza de su realidad, no le haría falta desarrollar sueños vacios, sino experimentar vivencias fascinantes. ¿Acaso no es hermoso el jardín que cuida? ¿No es bella la casa en la que puede entrar pues nadie le impide pertenecer a ella más que su propia imaginación? 

A veces, cuando la realidad no nos gusta, en vez de pararnos a ver si realmente es tan horrible y enfocarnos en cómo mejorarla, preferimos evadirnos de la responsabilidad fantaseando simplemente como medio de huida. De los sueños pueden obtenerse buenas ideas, pero siempre que sepamos enfocarlos adecuadamente, y que no los usemos como mera ilusión vacía. Despierta, valora y actúa.


miércoles, 30 de octubre de 2013

Como olas en el mar...

No niego que muchas veces me invade la tristeza cuando observo cómo determinadas personas parecen no aprender nada y se muestran incluso agresivas con el entorno en el que viven. Y entonces, ante mi perplejidad por tantos caracteres aparentemente negativos, me pregunto ¿por qué? ¿Es que las personas no tenemos remedio? ¿Es que quien es de una determinada manera será siempre así sin remisión? Y entonces entro en meditación y lanzo este asunto que tanto me preocupa esperando obtener respuesta. Y ésta es la respuesta que creí entender:



Tendemos a pensar que cada persona es de una u otra manera, es decir, con unas características inamovibles; cuando, en realidad somos como olas en el mar que a veces se muestran más agresivas o más relajantes y pacíficas. 

El recorrido del mar está formado por múltiples olas, cada ola podría asemejar a uno de nuestros caracteres en una vida. Igual que no se da una única ola sino una gran cantidad de las mismas que van modificando su estructura; así existen múltiples rasgos que se van mostrando en determinados espacios y tiempos para modificarse en otros.

El mar es eterno; las olas, sin embargo, son temporales. 
No olvides que la esencia es el mar y no las olas puntuales. 
Cada vida permite desarrollar más y más hermosas olas, 
corrigiendo y embelleciendo su forma.



viernes, 25 de octubre de 2013

49 - LA DESPEDIDA (El Symbolon)

Es verdad que las despedidas suelen resultar amargas, pero quizá si investigamos el porqué se produce cada una pueda alejarse ese manto lúgubre y verlas como un proceso natural e incluso de engrandecimiento.

Sí, dicho así puede resultar algo ingenuo, pero no lo es. Detengámonos un poquito en esto. Por ejemplo, cuando el niño o joven finaliza el periodo escolar debe despedirse de muchos de su amigos, por la sencilla razón de que cada uno decide emprender caminos distintos; así, no todos los compañeros optarán por ser médicos o abogados o administrativos o jardineros; cada uno elegirá la opción más acorde para él; sería de todo punto absurdo que todos eligieran ser jardineros, por ejemplo, ¿no? Así, esta despedida es absolutamente necesaria para poder cumplir el propio proyecto.

Muchas personas van apareciendo en nuestra vida y se van yendo cuando el papel que cada uno debía representar interaccionando con el otro acaba. Es verdad que a veces podemos seguir la amistad aunque se haya terminado el propósito que debía cumplirse, pero hay que entender que no siempre es necesario y que ahí está nuestra libertad de mantener contacto o dejar que las cosas discurran como se supone que deben de hacerlo.

Cada uno tenemos nuestro camino, y si llega el momento de la despedida, lo más inteligente será afrontarlo con una sonrisa y un deseo amoroso hacia quien anduvo con nostros por algún tiempo. Dejar la relación sin remordimientos, sin disgustos, sin malos recuerdos, sino con el agradecimiento por haber tenido la oportunidad de caminar juntos al menos por un tiempo. Además, no olvidemos que las despedidas son temporales pues estamos destinados a un ENCUENTRO.


jueves, 17 de octubre de 2013

48 - RESPONSABILIDAD POR LA CREACIÓN (El Symbolon)

¡Qué hermosa carta, verdad! Los seres vivos del planeta necesitamos los unos de los otros, y esta carta nos lo recuerda. Muchas veces no somos conscientes de las demandas de cuidado que recibimos; pero así es, se nos pide atención amorosa. ¡Hay tantas formas de dar esta atención! Y además, ese cuidado no se circunscribe únicamente a los familiares de nuestro entorno, sino a cualquier ser vivo con el que podamos encontrarnos.

San Francisco de Asís no se limitaba a hablar con seres humanos sino que gustaba de dialogar con toda criatura de Dios. Ya sabemos aquello de Hermano Sol, hermana Luna, ¿no?

Todos somos responsables, los unos de los otros. Unas veces precisamos ayuda y otras la ofrecemos. Y así es como funciona el mundo, con el cuidado responsable. Y más aún, con el cuidado amoroso responsable. Mira a tu alrededor, puede que alguien te esté pidiendo una atención amable, y tú no seas consciente de la misma. No permitas que pase desapercibida y actúa en consecuencia. 

jueves, 10 de octubre de 2013

47 - LA MATERIA Y EL ESPÍRITU (El Symbolon)

Pues sí, parece que las cartas 45, 46 y ésta que hoy nos ocupa hacen meción a una cierta compra-venta; en un caso se trataba de la acumulación por miedo a la inseguridad; en otro de la compra-venta del amor; y ahora se trata este mismo tema enfocándolo hacia la espiritualidad o la religión. Alguno pensará que la espiritualidad no puede ni comprarse ni venderse, pero, desgraciadamente, no siempre es así.

¡Cuántas veces uno se acerca a determinadas instituciones religiosas o de diferente tipo de espiritualidad para comprar compañía, reconocimiento, perdón de sus culpas, y un largo etcétera!

Jesús siempre señalaba la importancia de mantener un contacto íntimo con el Padre, en vez de proclamarlo a voz en grito para recibir los elogios del resto de la comunidad. No, la espiritualidad no se puede comprar, y por supuesto tampoco vender. Cuando uno se acerca a determinadas formas externas de practicar sus creencias no debe de hacerlo para que los demás tengan una buena opinión de él, sino sencillamente para realizar un acto hermoso con el premio del propio acto y nada más.

Muchas personas se dejan admirar por su supuesto encumbramiento en determinados caminos, pero no debe de ser así. Por supuesto que pueden obtener reconocimiento, pero no deberían buscarlo, sino vivirlo en todo caso como resultado de su experiencia.

Existe un "mercado de espiritualidad", eso es algo que parece innegable, y uno debe de estar bien en guardia contra ello. En la buena forma de hacer las cosas en este terreno una vez más me encuentro con Jesús, quien no se dejó tentar en el desierto haciendo signos para recibir alabanzas del pueblo; pero que, sin embargo, no se escondía para hacer esos milagros cuando servían realmente para ayudar a alguien y no a su propio encumbramiento. Me gusta su reacción en el templo en contra de los mercaderes. Me gusta su forma de orar en la intimidad al Padre y el consejo que nos dio a nosotros para hacer lo mismo. No venderse, no significa esconderse, pero sí no dejarse llevar por el orgullo y, en determinados casos, incluso, por la avaricia o el poder. Esta carta nos cuestiona sobre la sinceridad de nuestra búsqueda y vivencia espiritual. Merece la pena tenerla muy en cuenta.

lunes, 30 de septiembre de 2013

46 - LA MARIONETA (El Symbolon)

Crees que eres libre, pero.... ¿lo eres realmente? Estás tan ciego que ni siquiera ves los hilos que te manejan. Y no creas que esos hilos corresponden a una única persona o una actitud, sino que pueden corresponder a muchas personas y actitudes. Pero, ¿sabes?; el principal hilo conductor es aquel que tú mismo permites que otros manejen, porque esta "marioneta" podría muy bien liberarse si quisiera.

¡Cuántas veces uno se deja enredar por la moda y hace aquello que en realidad ni desea ni le conviene! ¡Cuántas veces uno no se atreve a decir no a ciertas imposiciones que los demás pretenden hacerle por mucho que deseara obrar de otra manera! En el fondo, es como si no dejara nunca de ser el eterno adolescente que sigue sin cuestionar las reglas de la pandilla en la que cree haber encontrado su hogar.

Modas, compromisos, seguir las pautas de otros sin preguntarnos a nosotros mismos por las propias, nos mantiene en un estado de perpetuas marionetas que, poco a poco, van olvidándose de quiénes son realmente, de cúales son sus deseos, y de dónde está su centro.

Deja de bailar al son de los demás, y párate a considerar hasta qué punto eres tú mismo quien ejerce, tras maduras cavilaciones, el don divino de la libertad.


viernes, 20 de septiembre de 2013

45 - LA JAULA DORADA (El Symbolon)

Una vez más El Symbolon nos habla de la búsqueda erronea de la seguridad y de cómo esta búsqueda nos puede llevar a una trampa que nos quite libertad. 

Si en la carta anterior se nos recordaba la importancia que le damos a lo material para alcanzar una pretendida seguridad, ésta hace más alusión al campo emocional y la forma equivocada de conseguir satistfacción en este terreno practicando la compra-venta y, por tanto, la aniquilación de la libertad.

Tenemos tanto miedo de no ser queridos por quienes somos que utilizamos multitud de recursos para obligar al otro a que nos quiera a toda costa. Pero las cosas no funcionan así, de ninguna manera. Hay que comprenderlo para crecer verdaderamente en el amor.

El amor no se puede comprar ni poseer. El amor ES.

En la película "Una proposición indecente" se explicaba muy bien el contenido de esta carta. Y se hablaba del amor poniendo como ejemplo a un pájaro en su jaula. Había que dejar la jaula abierta, y si el pájaro se escapaba, esperar su vuelta; si regresaba, el pájaro era verdaderamente tuyo, pero si no volvía... es que nuna lo había sido.

La jaula está siempre abierta, aunque muchas veces el miedo haga que uno no vea el candado abierto; pero traspasar su puerta exige mucho valor por parte de quien está dentro de ella y de quien lo ha puesto ahí pues ambos tienen que dejar paso al amor y abandonar su idea de posesión.


viernes, 13 de septiembre de 2013

44 - EL APEGO - LA CODICIA (ESTAR ENGANCHADO)

El ser humano tiene miedo con gran frecuencia (bueno, los animales también, pues no somos los únicos en experimentar emociones). Y para combatirlo buscamos con todas nuestras fuerzas la seguridad. Pero así dicho, "seguridad". parece algo demasiado abstracto; así que nos lanzamos a materializar esta otra emoción a base de concretarla en objetos materiales. Nos llenamos de diversos artículos que nos otorgan esa pretendida y anhelada seguridad; nos hacemos con el dinero necesario y lo guardamos para los tiempos malos que podrían venir; nos alimentamos en demasía porque así experimentamos el placer que nos aleja de la tortura del miedo, y creemos -erróneamente- que lo que comamos y acumulemos en nuestro cuerpo hoy puede salvarnos si mañana experimentamos carencias.

El miedo está en la base de la acumulación; ya sea de posesiones como de otro tipo de intereses. 

El problema está en que la Vida necesita espacio para fluir, y si nos empeñamos en acumular más y más, apenas le dejamos espacio para que se expanda y exprese en libertad. Incluso llegamos a hacernos prisioneros de nuestras posesiones. Nos encerramos tras múltiples puertas y candados de seguridad para que nadie entre a despojarnos de lo que consideramos nuestro. Y es entonces cuando nos damos cuenta de la libertad que hemos perdido por nuestro tan desesperado deseo de seguridad.


martes, 3 de septiembre de 2013

El cristal dañado

Ha llegado nuevamente el momento de meditar. Es bueno hacerlo diáriamente; sólo diez minutos son suficientes para hallar la respuesta. A veces no hay pregunta, pero aún así habrá respuesta: la necesaria.

Y en la meditación surge la Voz que dice:


Imagina un cristal sucio. A veces es tan difícil limpiarlo que, por más esfuerzos que se hagan, sólo se consigue emborronarlo más y más. Por eso, la solución puede estar en romper el cristal, para que el alma que ve a traves de él pueda contemplar la realidad en vez de su propia ofuscación. A eso lo llamáis desastres, pero no lo son, sino medios de lliberación y conocimiento.
El cristal es la mente embotada del cuerpo. Y quien mira a través del cristal es el alma.


miércoles, 24 de julio de 2013

43 - LA MUCHACHA DORADA (El Symbolon)


A veces, más que vivir nuestra propia vida, nos sentimos en constante competencia con la de los demás, ¿por qué? Pues, en muchísimas ocasiones, porque no nos estimamos en lo que valemos y creemos que el otro siempre es superior a nosotros. Y por supuesto que en determinados aspectos así puede ser, pero... ¿cuál es el problema? Podrías disfrutar de las cualidades del otro, podrías incluso aprender de ellas; sin embargo, eliges envidiarle, ya sea abiertamente o lo que es peor, engañándote a ti mismo y adoptando una actitud de reproche.

La joven que viste de manera austera parece "mirar por encima del hombro" a la que hace gala de su belleza; pero lo cierto es que esa moralina que utiliza en sus gestos no responde a la realidad, pues ella bien quisiera lucir tan bella como su compañera que ni es más guapa, ni más alta, ni más adinerada, sino que sencillamente sabe sacar partido y disfrutar con lo que la vida le ofrece.

En ocasiones nos amargamos la vida sin ninguna necesidad, sólo por envidia, fruto de una falta de autoestima negativamente limitadora . ¿No sería más provechoso para todos que viéramos la realidad de las cosas en vez de quedarnos en la mera superficie, incluidas nuestras más escondidas motivaciones?


miércoles, 17 de julio de 2013

42 - EL TONTO (LOCO) ABSOLUTO (El Symbolon)

¡Ay, qué combinación tan tremenda: un guerrero y un inocente! Y no digo que se trate de dos personas distintas; no, en absoluto; estoy hablando de dos actitudes dentro del mismo personaje: el caballero que vemos descansando agotado bajo un árbol, con su espada abandonada en el suelo y su mirada fija en una quimera idealizada. De este ser es del que habla esta carta. Alguien que idealiza el terreno de batalla, y combate contra molinos de viento si hace falta, sin darse cuenta de que son molinos y no gigantes aquellos a los que intenta embestir.

Tu candidez a veces te traiciona; no, no puedes combatir contra todos y contra todo; tu fuerza no es tan grande como piensas. Además, a veces las cosas son como son y por mucho que hagas no vas a conseguir nada bueno, excepto agotarte en la lucha. Fíjate en tu cabalgadura; este simple animalito es más listo que tú, y sabe cuándo es tiempo de descansar y alimentarse, en vez de emprender tareas que le exceden.

Te gusta soñar un mundo mejor, y crees que con tu espada puedes logarlo; pero las cosas no siempre son así; ni el mundo es tan malo, ni tú tienes la capacidad de arreglarlo.

Deja de crear ilusiones vanas. El guerrero tan valiente y pulcro que imaginas no es tan fácil de encontrar en el campo de batalla; pues allí, todos los combatientes, de alguna u otra manera, terminan por ensuciarse. No, pequeño y cándido inocente, las cosas no son tan ideales como tú piensas. Abre los ojos y mira la realidad; valora tu capacidad y la necesidad o no de tus esfuerzos. No termines derrotado por no haberte detenido el tiempo suficiente para adquirir fuerza y... ¡realismo!


miércoles, 10 de julio de 2013

41 - EL RENCOROSO CREADOR DE PROBLEMAS (El Symbolon)

Recuerdo haber leído, cuando era pequeña, el cuento de "El Enano Saltarín", un cuento de los hermanos Grimm que nos habla de la explotacion sufrida por una jovencita a manos del enano Rumpelstiltskin. Te estarás preguntando a qué viene este recuerdo mío; pues, sencillamente, a que la lectura de esta historia nos lleva a comprender de manera clara el significado de esta carta.

¡Cuántas veces nos metemos nosotros mismos en la boca del lobo, permitiendo que nos chantajeen! Sí, así es; ofrecemos ayuda cuando no podemos darla completamente; ofrecemos soluciones cuando no las tenemos; y así nos vamos metiendo en problemas cada vez más grandes. Fomentamos relaciones viciadas prometiendo el oro y el moro, y buscamos ayuda precisamente donde menos deberíamos hacerlo, porque no acabamos de darnos cuenta de que cada uno somos responsables de nuestra vida.

Pero es así, muchas veces caemos en trampas movidos bien por nuestra propia codicia, bien por un altruismo mal entendido. Y es entonces cuando tenemos que darnos cuenta de que no es bueno permitir la explotación de nadie. Y con esto quiero decir que es tan reprochable aceptar que se nos explote, que ser nosotros mismos los explotadores.

¿Qué solución tenemos para alejar de nosotros esa capacidad de entorpecer nuestras vidas manipulando o siendo manipulados? Pues, como el cuento nos recuerda muy bien, la solución está en conocer el origen del problema y saberlo nombrar. Sólo podemos liberarnos de la manipulación de ese taimado "Enano Saltarín", averigüando cuál es su verdadero nombre. Adentrarse en las verdaderas causas, en el verdadero origen, en vez de engañarnos buscando a ciegas una solución a un problema del que desconocemos su realidad, no puede ayudarnos. Enfréntate claramente a esa experiencia de abuso que sufres o practicas poniéndole su verdadero nombre: pues la primera y más efectiva forma de desembarazarse de un chantaje es reconociendo la verdad y haciéndole frente. Eso exige trabajo, pero es un trabajo que bien merece la pena.

Nota: 
Si deseas conocer el cuento, te invito a que lo leas en esta página -es muy cortito y puede aclararte muchas cosas:  El Enano Saltarín

miércoles, 3 de julio de 2013

Acción y Sabiduría

Varias veces he mencionado a los bodhisattvas en este blog, así como he demostrado mi admiración por ellos. Para quienes aún no saben quienes son estos singulares seres, diré que se trata de aquellas almas compasivas dedicadas a aliviar y erradicar el sufrimiento del mundo, y que se niegan a entrar en el cielo o nirvana hasta que todos los seres puedan hacerlo liberados ya del sufrimiento, pues un cielo en el que pueda faltar uno de ellos no puede ser un verdadero cielo.

Por tanto, los bodhisattvas, movidos por esa enorme compasión que profesan, se dedican a realizar acciones generosas de ayuda. Sin embargo, hay algo muy importante a tener en cuenta: la compasión puede generar estados de fuerte aflicción si no van acompañados de sabiduría. Y ahí está el quid de la cuestión: la compasión debe de ser sabia. ¡Cuantas veces por querer evitar un sufrimiento menor colaboramos a que éste se haga mayor con el tiempo!

La forma de evitar caer en el sentimentalismo provocado por la consideración de emociones mal interpretadas es ejercitando y desarrollando la sabiduría. Si esto no fuera así, el cirujano se negaría a sajar la zona tumoral por miedo a hacer pupa a su paciente.

La sabiduría exige tiempo, trabajo y paciencia, pero es la mejor aliada para las almas compasivas.


miércoles, 26 de junio de 2013

Perdonar y ser perdonados


Sopló sobre ellos y les dijo:
- Recibid el Espíritu Santo. A quienes les perdonéis los pecados, Dios se los perdonará; y a quienes se los retengáis, Dios se los retendrá.
Jn 20, 22-23


El mundo será perdonado 
cuando perdonemos de corazón a los demás. 

No se trata de que Dios no nos perdone, 
es que nosotros mismos no estamos dispuestos a perdonarnos, 
ni a nosotros ni a nuestros hermanos.



miércoles, 12 de junio de 2013

40 - PREVENCIÓN (El Symbolon)


Esta carta parece que nos está diciendo de manera más que rotunda: "Ni lo intentes; esa espada no te pertenece". La carta suele ser un aviso de que estamos embarcándonos en una tarea que no nos corresponde. Ya conocemos la historia: la espada de Excalibur sólo podía ser arrancada de la piedra por su legítimo dueño, el futuro rey Arturo. No importaba la capacidad, la fuerza ni la pericia del guerrero; lo único necesario era ser la persona destinada para esa espada. Y así es, por muchos intentos que hagamos de mejorar situaciones, acceder a determinados triunfos, o cualquier meta que nos propongamos, si no está en nuestro destino no la alcanzaremos por mucho tesón y esfuerzo que pongamos. ¿Es esto un castigo? No, ni mucho menos; se trata sencillamente de la adjudicación de tareas a cada uno sin interferir en aquellas que no nos competen.

Aprender a discernir cuándo es el momento de poner nuestro esfuerzo en algo con la esperanza de alcancarlo, y cuándo desestimar ese esfuerzo por la convicción de que no está en nuestro camino su logro, es todo un arte que lleva toda la vida. Las cartas también pueden ayudarnos a valorar este estado de cosas, y aunque a veces puedan suponer un dolor momentáneo, a la larga evitarán males mucho mayores y de más larga duración.


miércoles, 5 de junio de 2013

39 - EL CRUZADO


¡Cuánto nos gusta tener algo por lo que luchar! Anhelamos imponer nuestras ideas, porque las creemos justas o porque necesitamos creerlo así; pero, con demasiada frecuencia, nos enzarzamos en batallas violentas e inútiles por los escasos resultados. Es verdad que a veces es necesario levantar la espada del razonamiento, pero vigilando siempre que la espada no haga daño y que el caballo de nuestros impulsos y movimientos no se nos desboque. 

Fíjate bien en la escena; al fondo la ciudad está ardiendo. ¿Saldrá alguien con vida? Y eso es lo primero que uno debe de preguntarse: ¿nuestro impulso batallador ocasionará un mal mayor al que ya había? Porque entonces, a lo mejor, habría que cuestionarse nuestro ímpetu guerrero.

Pero observa más detenidamente la imagen. Bajo los cascos del caballo aparece una flor. ¿Será pisoteada por un animal furioso o terminará por respetarla y dejarla que crezca en libertad?

A veces esta carta, dependiendo de la posición que ocupe, puede estar indicándonos que es hora de que defendamos aquello que merece la pena defender, pero siempre teniendo en cuenta los posibles daños colaterales, valorándolos y poniendo freno a impulsos desbocados. Podemos razonar pero no imponer, pues la libertad es un don divino al que nadie puede renunciar.


miércoles, 29 de mayo de 2013

Dos lámparas en el cielo

Cuando era bien jovencita, leí una pequeña historia que me aportó una gran enseñanza y que ahora me gustaría compartir con quienes se detengan en este blog.

He buscado el origen de esta historia sin encontrarlo. Creí haberlo leído en Las Florecillas de San Francisco, pero no he conseguido dar con ella en este libro; así que si alguno conoce su ubicación, agradecería que me lo hiciera saber. Pero, puesto que hasta ahora no he podido localizarla, la relataré con mis propias palabras. He aquí la historia:

Había una vez un anciano fraile que todos los días emprendía un largo camino para ir a predicar sobre la bondad de Dios a los habitantes de diferentes aldeas. El camino era pesado, pero nada impedía que lo hiciera para llevar la luz a sus hermanos. Mientras caminaba por los descampados y los montes, gustaba de ir charlando con Dios; e incluso había tomado la decisión de ofrecerle algún tipo de sacrificio para brindarle una prueba de su amor así como de la disciplina que adoptaba diariamente para no quedarse anclado en la pereza o en la falta de resistencia. Su sacrificio consistía en limitarse a disfrutar de la visión del agua de un pozo que encontraba a mitad de un camino seco y difícil; un pozo que parecía llamarle para ofrecerle su clara y pura agua con la que calmar su sed. Pero no, nuestro fraile no bebía, disciplinándose de esta manera y ofreciendo su sacrificio a Dios para que todos sus hermanos alcazaran la Luz. A veces era difícil vencer la tentación pues el camino no siempre resultaba placentero; especialmente cuando apretaba el sol sobre el pobre anciano; pero nada le hacía claudicar de su ofrecimiento. Miraba el pozo, imaginaba las cristalinas aguas que estaban escondidas en su profundo interior, y decidía seguir avanzando. Una vez emprendido el camino nuevamente, elevaba los ojos al cielo, y entonces era cuando podía vislumbrar la complacencia del Padre en su sacrificio, pues una luz aparecía en el cielo para confirmarlo. Aquel regalo conseguía superar cualquier sufrimiento por la sed, y el anciano fraile seguía su camino radiante de gozo.

Un día se le adjudicó una tarea diferente. Un novicio debía acompañarle para aprender todo lo que el anciano le enseñara. El novicio tenía un mandato muy claro: hacer todo lo que su maestro de ese día hiciera. El anciano lo miró con ternura y le animó a emprender el camino, que de sobra sabía era muy fatigoso pero lleno de recompensas. El novicio siguió todas las instrucciones del hermano, sin quejarse ni una sola vez; aceptó los silencios del anciano fraile ante aquellos que no sólo no querían escuchar su predicación sino que se burlaban de él; aceptó el caminar constante para ir a un lugar y otro ofreciendo la luz para quien quisiera ver; aceptó la generosidad que le hacía al viejo ofrecer ayuda a quien la necesitara aunque aquello implicara un esfuerzo de sus manos ya cansadas. El novicio siguió en todo momento el ejemplo de quien aquel día había sido constituido en su maestro.

A la vuelta, el camino se hacía más largo que a la ida, pues el cansancio acumulado pesaba sobre el muchacho, que miraba asombrado cómo el viejo era capaz de soportar la fatiga de aquella ruta tan seca y difícil sin que brotara la más mínima queja.

Llegados al pozo, el joven novicio no pudo reprimir su gozo a la vista de aquel agua que prometía ser fresca y abundante, y que él tanto, tantísimo necesitaba. Pero, como buen discípulo, bien supo reprimir sus ansias, esperando que fuera su maestro el primero en tomar el agua. El anciano miró el pozo, miró al discípulo, y elevó sus ojos al cielo emitiendo una oración que sólo el Padre podía escuchar:

- "Lo siento, Señor, hoy no puedo ofrecerte mi regalo. El pobre muchacho está desfallecido y me da tanta pena, que no puedo obligarle a soportar mi sacrificio. Perdona a tu humilde y necio siervo este acto de cobardía".

Y entonces, se acercó y bebió del pozo; lo que nunca hizo en tantos años de soledad y dureza del camino, lo hizo al mirar a su joven compañero, quien se abalanzó lleno de contento a disfrutar de un agua tan fresca y pura.

Apenado, tras lo que él consideraba un acto de debilidad, elevó los ojos al cielo, y, para su sorpresa, en aquella ocasión no hubo una luz en el cielo, sino que dos bien potentes iluminaban la bóveda celeste afirmando la complacencia de un Padre que prefiere la generosidad al sacrificio.


miércoles, 22 de mayo de 2013

La maldición de Casandra

"La Vestal", por Frederic Leighton
Puede que algunos no sepan quién era Casandra. La leyenda nos cuenta que Casandra era una hija del rey de Troya, Príamo. Parece ser que a Casandra se le concedió el don de la profecía, pero ese don fue acompañado por una terrible maldición: vería la verdad, pero nadie la creería. Bueno, conociendo el final de Troya, queda claro que tuvo que ser muy doloroso poder advertir de las consecuencias de tantos desaguisados, pero ser al mismo tiempo completamente impotente para que los demás le hicieran algo de caso.

A veces sucede esto, y es doloroso. No es que quienes interpretan diversos oráculos tengan la certeza absoluta de que éstos son bien comprendidos por quien intenta traducirlos, pero, detenerse a considerarlos puede marcar una gran diferencia en las consecuencias de determinadas decisiones.

He aprendido a respetar y considerar lo que se pregunta con sinceridad. He aprendido a ser cauta y no pontificar, pero sí defiendo la búsqueda de ayuda. Y también he aprendido a aceptar que aquellos a los que se pretende ayudar decidan no escuchar, o incluso hacer justo lo contrario de lo que se les aconseja.

No me gusta que se nos trate como marionetas, y por tanto, no creo que haya que obedecer ciegamente ciertos consejos si no corresponden en absoluto con lo que uno piensa; pero también creo que saberse aconsejar y ponderar los avisos recibidos puede ser una gran muestra de sabiduría y humildad con buenas consecuencias.

A veces duele cuando se concede tanto crédito a quien dice conocer ciertas cosas, y tan poco a otros por prejuicios infundados -tanto en uno como otro sentido-. Se oye decir: "lo ha dicho el profesor don Fulano", y por tanto tiene que ser cierto. Pero desgraciadamente, ese profesor, al igual que la persona que de forma sincera navega a través del misterio puede no saber claramente de lo que habla. Poner en cuestión, está bien; pero saber escuchar lo considero primordial para luego ejercer el libre albedrío de manera más consciente.

Por desgracia, mucho me temo que la maldicion de Casandra no murió con ella. Escuchar y respetar ¿está a la orden del día?


viernes, 17 de mayo de 2013

38 - EL VAMPIRO

El vampiro es una imagen bien conocida en nuestra cultura -y que además ha tenido mucho éxito en el mundo cinematográfico, por ejemplo-. De sobra sabemos a qué se dedica un vampiro: chupa la sangre de otros para conservar su propia vida.

Muchos al leer esta definición estarán pensando en personas que les rodean que siempre parecen querer extraer de ellas toda su fuerza. Sin embargo, seguro que son pocos los que se paren a considerar la posibilidad de que sean ellos los que estén ejerciendo de vampiros y no sólo sean unos meros receptores vampirizados. Por tanto, lo primero a la hora de determinar el significado de una carta para nosotros, hay que pararse a considerar honestamente todas las posibilidades.

No es bueno ni abusar de los otros ni dejarse vampirizar. Pero uno tiene que darse cuenta de ello, y para eso necesita hacerse muy consciente. Ya sabemos que en las películas de vampiros, las personas suelen ser mordidas de noche y por tanto ni se dan cuenta de que ellas mismas se han convertido en lo mismo que aquel que las mordió.

La consciencia; ser consciente y darnos cuénta de qué permitimos que nos hagan y qué obligaciones imponemos a los demás. Puede que ahí esté la clave para solucionar muchos conflictos.


viernes, 10 de mayo de 2013

El estado intermedio


Es curioso pero por mucho que hablemos los seres humanos de humildad, objetividad y demás, el caso es que desde siempre el ser humano se ha colocado como el centro de la creación. Tanto desde un punto de vista religioso como desde otro absolutamente ateo, el ser humano se considera el centro: la criatura mejor lograda del universo. Y si no lo dice de una manera tan abierta, sus hechos manifiestan esta idea. Le prepotencia del ser humano le hace despreciar tanto lo que a su juicio está por debajo de él (como piensan  también muchas personas religiosas), como lo que está por encima (el caso esta vez de quienes no contemplan la posibilidad de seres superiores a él mismo tan propio de muchos declarados ateos).

Bien, parece claro pues que el ser humano se ha considerado el centro. Y parece incluso que no es que Dios hiciera al ser humano a imagen y semejanza de su Creador; es que los humanos nos hemos propuesto hacer a Dios a imagen nuestra, y así le colocamos los atributos ya sea de un Hombre Superior o de una Mujer Divina; sin pararnos a considerar que si bien Dios tiene un aspecto humano es mucho más que humano pues en su naturaleza tiene que haber aspectos que ni siquiera podemos alcanzar a comprender.

¿Es realmente el hombre/mujer el centro de la creación? Me gusta mucho la versión filosófica que nos ofrece Ken Wilber, autor que desde que leí su Breve historia de todas las cosas, mucho me ha dado que pensar. Una de las ideas que apunta es dónde se sitúa el hombre en la creación, y lo coloca en un estadio intermedio entre lo animal y lo divino. Justo en medio estaría el hombre. Sería, a mi manera de ver, como un árbol bien anclado a la tierra, pero que se alza hacia el cielo. El hombre, el ser humano tiene su lugar y parece ser el intermedio; no nos equivoquemos ni despreciándonos por lo que somos ni arrogándonos lo que aún no somos; pues constituimos un camino que aún ha de hacerse. Y eso, conocer quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde podemos llegar, creo que es lo que constituye nuestra fuente de humildad que nos eleva en nuestra realidad.

No podemos ver el mundo sólo bajo nuestra perspectiva. Somos un proceso con enorme responsabilidad en nuestro crecimiento, pero sin la arrogancia del que se cree perfecto.


viernes, 3 de mayo de 2013

Querido Papi...


Querido Papi,

Viniste a este mundo un 3 de mayo de 1929. Recuerdo que cuando cumpliste 80 años estabas muy agradecido y emocionado porque nunca habías creido que pudieras llegar a esa edad. Sólo te concedieron tres años más; y aunque a mí me duela profundamente tu partida, entiendo que otros te requirieran para hacerles feliz allá donde estés ahora, y hacerte a ti aún más grande. Te hablo en singular, pero sabes que es en plural como debería hacerlo; pero quizá los demás no deseen hacer público sus sentimientos; yo lo que deseo es hacer pública tu bondad en tu existencia terrenal, y por eso te hablo y te escribo públicamente.

No me imagino un padre mejor que tú para mí. Lamento no haberte demostrado mi amor y mi respeto con más frecuencia; por eso ahora lo hago aquí; al fin y al cabo tú fuiste un estímulo para que yo escribiera (mami también lo fue, y ahora lo es mi marido, así que no puedo defraudaros).

Sé que te fuiste con El más grande. ¡Estoy segura de ello, porque no podría ser de otra manera! Nos dejaste muy tristes, pero te honramos siendo lo mejor que sabemos ser. Nunca dejarás de estar en nuestros corazones. Quiero que lo sepa todo el mundo. Gracias por tu cariño constante, gracias por tu presencia, y gracias por querernos tanto a todos y a cada uno de nosotros, empezando por tu mujer a la que amaste verdaderamente.

¡¡¡Feliz cumpleaños, papi querido!!!


viernes, 26 de abril de 2013

Ejercer la propia responsabilidad

Ya he hablado en otros artículos de Bert Hellinger, el creador de la Terapia Sistémica o Constelaciones Familiares como es más conocida esta terapia. 

Bert Hellinger busca en el orden jerárquico y en la familia de procedencia muchas causas de las malas situaciones vividas por las personas, pero no carga las tintas en responsabilizar al sistema familiar de todo lo que a uno le sucede, sino que, en primer lugar, considera que la propia persona debe de hacerse cargo de su propia curación y de su propia responsabilidad a la hora de resolver e incluso haber creado un problema. Podríamos decir que muchas veces podemos utilizar cualquier terapia como un escapismo de nosotros mismos más que como una profundización y una acción dispuesta realmente a solucionar problemas en lugar de a mantenerlos o a mirarnos con excesiva autocompasión y victimismo.

Me gustaría traer a la meditación personal tres puntos que señala este terapeuta y que me parecen muy dignos de ser tenidos en cuenta, pues demasiadas veces buscamos culpables para que nos lo resuelvan todo, y nos olvidamos de lo principal: mirarnos a nosotros mismos. 

Aquí os dejo estos tres puntos para vuestra propia valoración:


  • "Buscar la solución en el pasado sin haber arreglado lo que sigue pendiente en el presente no llevaría a ninguna parte".

  •  "Existe una jerarquía entre los problemas. Lo inmediato tiene prioridad sobre lo anterior; la familia actual sobre la familia de origen".
 
  • "Yo actúo siguiendo el principio de que cada cliente es capaz de hacerse cargo de su propio problema. Si hay alguien capaz de asumir el problema, en primer lugar, será el cliente mismo. Ninguna persona puede asumirlo y solucionarlo como él".


viernes, 19 de abril de 2013

37 - EL DESACUERDO

Admitámoslo, no siempre estamos de acuerdo los unos con los otros. Y eso no es algo necesariamente malo; lo malo es no aceptarlo, encubrirlo sin afrontarlo. 

En muchas ocasiones tememos una discusión abierta por miedo a no saber controlarnos y perder nuestras razones más que la razón. Mira el manto de la mujer enfurruñada con los brazos cruzados impidiendo dar rienda suelta a su corazón; al final del manto aparece un nudo que nos habla de ese problema sin resolver. Sólo hay una forma de deshacer el nudo: exponerse al precipicio de la discusión. 

Porque discutir no es enzarzarse en una lucha inútil, sino exponer nuestros argumentos a la vez que escuchamos lo que el otro tiene que decirnos. El otro que también parece dispuesto a la pelea si  nos fijamos en sus manos con esos puños que parecen dispuestos a alcanzar algún objetivo de manera violenta; pero no, la daga está bien enfundada, por mucho que aún exista en nuestro personaje masculino una mirada de reproche.

La discusión esconde un peligro; por supuesto que sí; pero si nos preparamos bien, con una genuina intención de alcanzar acuerdos, la espada de nuestros razonamientos se lanza finalmente al vacío sin fuerza para atacar, sino como un puente de unión entre dos visiones diferentes.


viernes, 12 de abril de 2013

Un asunto de humildad - La fe de Tomás

Retrato de joven, por John William Waterhouse
Se atribuye a Buda una bonita frase, más que por la frase en sí, por su  contenido: "Todos los seres nacen iluminados, pero se necesita una vida entera para descubrirlo".

Sí, creo que sin duda alguna todos nacemos con la capacidad de la iluminación, pero, como todas las capacidades, hay que desarrollarlas y eso implica necesariamente el trabajarlas.

En el mundo de lo abstracto, especialmente dentro del esoterismo, parece haber bastantes personas que consideran seres especiales a aquellos que ejercen algún tipo de actividad relacionada con -digámoslo así- lo paranormal. Y cuando digo "seres especiales", realmente se dice que son "seres especialmente dotados" y por tanto "superiores". Bueno, pues el caso es que a mí me gustaría rebatir esta opinión.

No pongo en duda que realmente existen "seres espciales" a los que considero "superiores"; pero no así a todos los que practican algún tipo de habilidad relacionada con el esoterismo. Incluso me atrevería a decir más; desconfío enormemente de quien se cree "especialmente" dotado. Quien así se define, creo que suele tener un exceso de ego del que prefiero huir. Puede ocurrir que sus habilidades sean reales; pero no estoy tan segura de que su ejemplo sea edificante.

Para mí, la práctica o búsqueda de "señales" es un regalo a los más necesitados, entre los cuales me incluyo; un regalo a aquellos que nuestra fe es tan frágil o más que la de Tomás, quien necesitó introducir sus manos en los agujeros dejados en la "carne" de Cristo para poder creer. Ante esta devastadora debilidad parece que el Cielo se compadece de aquellas personas que buscan y tienen miedo, y es entonces cuando les permite adentrarse en algún misterio -por muy pequeñito que sea- que les fortalezca en su debilidad.

Cualquier "habilidad" está en manos de todos; desarrollarla es la labor que le corresponde a cada uno si así lo desea.

Agradezco desde lo más profundo que se nos permita conocer la existencia de "santos" con capacidades que más de uno quisiéramos; pero procuro poner las cosas en su lugar y no alimentar la prepotencia que, con demasiada frecuencia, se observa en el mundo esotérico, e incluso en el espiritual.

La humildad nos hace humanos; y algo para mí tremendamente importante: ¡agradecidos!


lunes, 8 de abril de 2013

36 - LA CULPA


El unicornio, símbolo de la pureza, va a ser atacado por un cazador. ¿Qué culpa tiene este bello animal para que sea abatido sin piedad?

Sin embargo, y aunque quisiéramos pensar otra cosa, el agresor no abriga malas intenciones; sencillamente considera que este animal puede servir para satisfacer el hambre de su gente. Por tanto, en ningún momento parece pasarle por la imaginación que su acción pueda ser reprobable.

Y ahí está el mensaje de la carta: acciones no malamente intencionadas que sin embargo generan culpa.

¡Cuántas veces hemos cometido injusticias y hecho el mal sin que siquiera nos diéramos cuenta! El acto no intencionado no está por ello libre de consecuencias. Medir nuestros pasos, valorar antes de actuar podría evitar males no buscados pero que, desgraciadamente, se cometen.

La culpa, los culpables, las víctimas, los verdugos; todo está ahí pero muchas veces, resulta difícil delimitar con claridad quién es quién en cada historia. Culpas malintencionadas, pero también, en muchísimos casos culpas sin  intención. Nadie quería dañar realmente; ni siquiera era consciente de que se podía hacer daño; pero desgraciadamente se hace, con conocimiento y sin él. Valorar y sobrellevar esa culpa es una carga con la que todos, al menos en algún momento de nuestra vida, debemos confrontarnos; y eso nos puede hacer compasivos con la culpa ajena, porque ¡quién sabe hasta dónde llega el conocimiento de quien la comete!


miércoles, 3 de abril de 2013

35 - EL CEPO

Ha sido acusada y todos murmuran ante su escarnio público. Para que quede constancia aquello de lo que se la acusa, un papel colocado junto a ella lo explica a todo el que quiera acercarse a leerlo. Nada queda oculto. Hasta el perro decide acusarla y no deja de ladrarle, pero ¿es verdad que merece este castigo?

A veces las palabras pueden hacer demasiado daño, y herir profundamente. Sujetar la lengua es una tarea bien difícil, pero lo cierto es que muchas veces se hace necesario para no incurrir en mayores culpas de las ya realizadas.

Las palabras airadas, además de no solucionar nada, pueden volverse contra aquel que las lanza. No importa si son justas o injustas las acusaciones; conviene mantener la discreción y la calma para evitar males mayores. ¿Es esto un acto de cobardía? ¿No será más bien una muestra de inteligencia?

En  muchas ocasiones, las palabras airadas, los gritos, los insultos, no sirven más que para humillar sin que se consiga un cambio de actitud por parte de la persona amonestada; al contrario, el dolor de la herida puede hacer más intenso incluso el supuesto mal comportamiento por el que los demás lo creen merecedor de la reprimenda y el castigo. 

¡Cuida tu lengua! ¡Sé misericordioso! Intenta razonar, pero nunca te excedas en la crítica ni en las malas maneras!


miércoles, 27 de marzo de 2013

Encontrar al resucitado





Los discípulos regresaron a casa. María, en cambio, se quedó allí, junto al sepulcro, llorando. Sin dejar de llorar, volvió a asomarse al sepulcro. Entonces vio dos ángeles, vestidos de blanco, sentados en el lugar donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies.
Los ángeles le preguntaron:

- Mujer,  ¿por qué lloras?

Ella contestó:

- Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto.

Dicho esto, se volvió hacia atrás y entonces vio a Jesús, que estaba allí, pero no lo reconoció. Jesús le preguntó:

- Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién estás buscando?

Ella, creyendo que era el jardinero, le contestó:

 - Señor, si te lo has llevado tú, dime dónde lo has puesto y yo iré a recogerlo.

Entonces, Jesús la llamó por su nombre:

- ¡María!

Ella se acercó a Él y exclamó en arameo:

- ¡Rabboni!

(que quiere decir Maestro)

Jesús le dijo:

- No me retengas más, porque todavía no he subido a mi Padre; anda, vete y dile a mis hermanos que voy a mi Padre que es vuestro Padre; a mi Dios, que es vuestro Dios.

María Magdalena se fue corriendo adonde estaban los discípulos y les anunció:

- ¡He visto al Señor!.

Y les contó lo que Jesús le había dicho.


Jn 20, 10-22


Hoy por fin lo entendí.  Antes de encontrarnos con el Resucitado, nos sentimos solos y entonces comenzamos a llorar. No entendemos las voces de quienes nos animan, de quienes quieren saber la causa de nuestra tristeza, de quienes probablemente tienen ya una respuesta pero que no nos vale de todo porque la respuesta ha de ser totalmente personal. Y es entonces, en el llanto desconsolado, cuando Él nos tiende su mano, pero no para que lo poseamos, sino para que, impregnados de su aliento de vida, lo llevemos a otros que también lloran  y que, en algún momento, tendrán su propio encuentro personal con el Resucitado.