jueves, 5 de diciembre de 2013

53 - EL FLAUTISTA

¿Recuerdas el cuento de El Flautista de Hamelin? Pues aquí tienes la carta que nos lo trae nuevamente para darnos una lección. El Flautista nos habla de un engaño. Bueno, el cuento realmente nos habla de varios engaños. Las autoridades de la ciudad solicitan el auxilio del Flautista pues parece conocer el secreto para devolverles a sus niños perdidos. ¿Y cómo atrae de vuelta a los niños? Con el engaño de su música. Pero, una mentira nos lleva a otra, y ahora son las autoridades las que demuestran haber engañado a nuestro protagonista y deciden no pagarle lo estipulado por la realización de su trabajo. Así, el flautista hace otra vez lo que mejor sabe, toca una hermosa melodía para volver a llevarse a los niños. Si no hay pago por el trabajo, tampoco está dispuesto a ofrecer los beneficios del mismo.

Lo curioso de esta carta es que normalmente nos habla de un engaño que a la larga va a servir para algo bueno: para despertar. ¿Cuántas veces nos ha salvado  un pequeño engaño? Piénsalo. Ahí están esas invitaciones a tímidos con el consabido: "Tranquilo, seremos sólo tres cenando". Y al final resulta que era una reunión en una discoteca con cientos de seres diversos. Pero gracias a ese pequeño engaño, conocemos a la persona que de otra manera nunca hubiéramos conocido. Digamos que esta carta es una especie de "zanahoria ante la nariz" para que uno la persiga y llegue a donde debe de llegar.

A veces la seducción nos puede llevar por muy malos caminos, y esta carta nos advierte de ello; pero también nos dice que, aunque ya hemos descubierto el posible engaño manipulador, si no sucumbimos a él sino que lo miramos como una motivación más que una seducción, bien pudiera ser que aprendiérmos algo, por ejemplo, que somos más fuertes de lo que nos creíamos.