jueves, 31 de julio de 2008

Algo para meditar



En el amor verdadero,
lo que quieres es lo m
ejor para la otra persona.

En el amor romántico,
sólo quieres a la otra persona.



* Oráculo de los Amantes, de Sulamith Wülfing.


lunes, 28 de julio de 2008

La Montaña

A veces, ante dificultades que van surgiendo, uno se pregunta por qué. Y se lo pregunta con una total sinceridad pues, por más vueltas que le da, no acaba de ver la necesidad de tanta complicación. La persona acaba de sortear múltiples dificultades y se para a descansar, ya que considera que ha hecho un gran trabajo; puso todo su esfuerzo y atención en desarrollar las tareas, y, por tanto, ¿por qué no pararse a disfrutarlas?

Y sí, parece algo bueno y deseable hacerlo. Es maravilloso poder disfrutar de las bendiciones de la vida. Pero, como si de un mar se tratara en el
que tan pronto el oleaje es suave como extraordinariamente bravo, las olas de las dificultades vuelven a emerger con fuerza. Ahora son otras olas, de otro tipo, pero tan fuertes que uno a veces pierde al ánimo y, sobre todo, la confianza en estar haciendo un buen trabajo. Y entonces surge otra vez la pregunta: ¿qué hice tan mal para no poder tener un respiro? ¿Es que siempre tengo que volver atrás y repetir el curso de primaria?

En mi meditación, una vez en la presencia de Dios, expuse estas preguntas. Y, gracias a Él, vino la respuesta:


Había una montaña; una montaña rocosa
que había que ir escalando.
Para subir había que hacer un esfuerzo grande,
pero el escalador conseguía seguir, poco a poco, con el ascenso.

Había momentos en que la escalada era tan difícil
que parecía no poderse continuar.
La persona buscaba ayuda y, al levantar los ojos,
podía ver que, una vez superado este nuevo obstáculo,
podría acceder al reparador
"campamento base".


Qué alegría tan inmensa llegar a él.
Uno, entonces, podía disfrutar de lo ya escalado.
Incluso tenía la oportunidad de mirar hacia abajo
y ver lo mucho que había logrado ascender
a pesar de la duda en las propias fuerzas
que varias veces había manifestado.
Además, podía también elevar sus ojos
y vislumbrar algo del camino
que todavía le quedaba para llegar a la cima.


El campamento base era una delicia y ofrecía fuerza y energía.
La mochila se volvía a llenar con los víveres necesarios,
y la persona, una vez vivificada, emprendía una vez más
y lleno de alegría el nuevo ascenso...
hasta la próxima dificultad....
y hasta el próximo
campamento base.


En el ascenso, aunque a la mirada miope del escalador
a veces pudiera parecérselo, no había ningún retroceso.
El plan se estaba cumpliendo.
No había etapas fallidas, sino ¡¡¡nuevos retos!!!.


jueves, 24 de julio de 2008

¡¡¡Enhorabuena!!!



Beatriz,
aunque te dé una vergüenza horrible,
(pero ahí está tu hijo apoyándote para no enrojecer las mejillas)
aunque incluso se te pueda escapar una lagrimilla,
aunque te que
des sin saber qué hacer...
quiero que sepas lo mucho que te queremos
y lo felices que nos hace que tú lo seas.


Has trabajado mucho y muy concienzudamente.
El trabajo que has realizado ha sido bueno,
y eso muchos lo saben, otros puede que no tanto,
pero Quien más importa seguro que sabe
de tu extremado sentido de la responsabilidad.


Ahora se inicia un ciclo distinto,
para ti y para los que te acompañamos.
U
n ciclo en el que ya estás envuelta en múltiples actividades,
adquisición de nuevos conocimientos,
encuentros familiares y amistosos,
y apertura a nuevas oportunidades.

Que Dios te dé sabiduría para encontrarlas y saborearlas.
¡¡¡Te lo mereces, querida hermana!!!


Toda tu familia te damos un beso de esos grandes y sonoros,
te felicitamos por todo lo bueno y te deseamos lo mejor de lo mejor.


¡¡¡TE QUEREMOS MUCHO TODOS!!!

lunes, 21 de julio de 2008

EL CARRO - (Meditando con las Cartas del Tarot)

Le toca ahora el turno a la carta número VII del Tarot Rider Waite, conocida como EL CARRO. Y como siempre, vamos a detenernos en la imagen y ver qué nos puede estar sugiriendo.

Casi toda la carta está ocupada por la figura de un joven con aspecto de triunfador. Tanto es así que lleva una estrella coronando su cabeza, y unas alas en el carro que él conduce. El joven, vestido con una armadura bien hermosa además de eficaz en la batalla, empuña lo que podríamos considerar un cetro (aunque también, ¿por qué no? una fusta para dirigir a los animales que deben tirar del carro). Sea lo que sea, lleva en su manos un símbolo de poder, de dominio, de autoridad; sobre sí mismo, pues si uno debe dirigir a los demás, primero debe saber dominarse a sí mismo.

El joven no parece sentir miedo ni mucho menos sino que emprende un camino con la seguridad interna de saber sortear los obstáculos, pero ¿será capaz de lograrlo?

El carro que dirige este joven parece bastante robusto. Casi podríamos decir que se asemeja mucho al trono del Emperador.

A diferencia del Tarot de Marsella, donde se nos presentan dos caballos tirando del Carro, aquí vemos dos esfinges, una blanca y la otra negra. Además de la sorpresa de este encuentro, uno se pregunta si realmente van a tirar del carro, pues parecen sentadas tranquilamente delante de él. Imaginamos que sí, que se pondrán en movimiento, una vez que el joven guerrero decida hacerlo. Y para obtener éxito debe saber dirigirlas a las dos hacia el mismo sendero.

Esta carta nos habla de la disciplina y la perspectiva de éxito que debe tener toda persona que se decida a poner en práctica un proyecto. Para que dicho proyecto tenga éxito, lo primero que se requiere es una confianza fuerte en lograrlo. Además, hay que moverse, salir de la ciudad que se ve al fondo representando lo conocido, para adentrarse en nuevos caminos. Y por último es necesario saber dominar las pasiones que puedan hacernos desviar del rumbo, y someterlas, por medio de la disciplina, a un buen y único fin.

En el Tarot Osho Zen, la carta número VII de los Arcanos Mayores, recibe un nombre muy distinto. Se conoce como "DARSE CUENTA" o "CONSCIENCIA".

El Tarot de Osho tiene muchas particularidades, y una de ellas es no ceñirse necesariamente al orden y significado del Tarot tradicional. Precisamente en esta carta podemos constatar muy bien este hecho.

En este Tarot diseñado por Ma Deva Padma, se nos muestra la figura de alguien que por fin despierta para descubrir la realidad. Para los orientales, el ser humano vive engañado por maya. Maya es la forma engañosa que tenemos de percibir el mundo, como si se tratara de un sueño (ya Calderón de la Barca habló de lo mismo). Uno vive tan dentro de esa "maya", de esa "ilusión", que muchas veces pierde contacto con la "realidad". Pero las cosas no pueden permanecer así siempre. Un día, ese ser humano (podemos ser cualquiera de nosotros) se despierta de la ilusión en la que ha vivido y comprende la verdadera realidad; ha llegado el momento de su iluminación. Entonces descubre que esa realidad no es tan complicada como podría suponer, sino que es una total y completa inocencia, reprentada aquí por un Buda niño. ¿Por qué temer la realidad cuando es tan bella?

jueves, 17 de julio de 2008

Más apuntes sobre la felicidad


El ser humano es social; es decir, además de encontrar la felicidad en sí mismo, necesita encontrarla en todo lo que le rodea y, por supuesto, en sus congéneres. Para ser feliz el ser humano necesita que toda la humanidad lo sea. Para mí, eso es el cielo.

Ahondando en esa aparente incapacidad del ser humano para desarrollar y experimentar la felicidad, transcribo estas palabras de Paramahansa Yogananda. Me parece que lo que dice es algo muy real y muy sabio. Dice Yogananda.


"Cuantas más tragedias causadas por la ignorancia del hombre
advierto en el mundo, tanto más me convenzo de que,
aun cuando todas las calles estuviesen pavimentadas con oro,
la dicha de las personas no sería duradera.

La felicidad reside en hacer felices a otras personas,
en abandonar nuestros propios intereses
para brindar dicha a los demás.

Si cada persona actuara así, todo el mundo sería feliz
y recibiría lo que necesitase.
A esto se refería Jesús cuando expresó:
"Todo cuanto queráis que os hagan los hombres,
hacédselo también vosotros a ellos" (San Mateo, 7:12)"


(Paramahansa Yogananda, "La búsqueda eterna")

¿Será que el ser humano, en nuestra sociedad actual, está olvidando a los demás en sus planes de felicidad y por eso no logra vivirla?

martes, 15 de julio de 2008

DIFICULTADES EN EL AMOR - (Meditando con las Cartas de El Symbolon)

Hace unos días, en una entrada anterior, propuse considerar en la meditación unas cartas que normalmente a todo el mundo atraen: las del AMOR. Pero también hay que tener en cuenta, que el AMOR, como muchas cosas en la vida, hay que aprender a cuidarlo, y de eso va el tema de hoy.

Las cartas del SYMBOLON son enormemente significativas, y no ocultan los problemas, las dificultades, los retos ante los que los seres humanos tenemos que enfrentarnos para hacernos adultos cabales. Entre esos retos están las relaciones con los demás, es decir, relaciones que pueden implicar dificultades a la hora de estrechar lazos amorosos (tanto de pareja como en cualquier otro tipo de relación).

En primer lugar, aquí tenemos la contrapartida de una que recibía el nombre de EROS. Ahora se nos muestra a la misma pareja con un nombre bien distinto: LA INCOMPATIBILIDAD.

Probablemente, una mirada pre
cipitada a esta carta lleve a alguno a pensar que una determinada pareja (o cualquier otro tipo de relación) no tiene ningún futuro, pero eso es atribuir significados fatalistas a una herramienta que debe servirnos para crecer, para madurar y no para pontificar.

Indiscutiblemente la carta parece mostrarnos
dificultades, pero ¿de qué tipo? Uno primero debería mirarse a sí mismo, y luego dirigir una mirada comprensiva a la pareja.

La carta nos muestra a un hombre y una mujer dándose la espalda apegados a un árbol. ¿Podría tratarse de ese árbol del conocimiento del bien y el mal?. De ser así, no estaría de más valorar si en los miembros de l
a pareja no se estaría dando un exceso de orgullo a la hora de encarar los posibles malentendidos; o bien, pudiera existir, además, una falta de conocimiento sobre aspectos importantes de cada uno de ellos.

El hombre está iluminado por el sol, mientras que la mujer lo hace por la luna. Algo lógico, si tenemos en cuenta que el sol es el elemento activo, y la luna, el elemento receptivo, tal y como siempre se entienden en el Tarot la perspectiva masculina y femenina de una situación.

Pero hay un detalle que probablemente pase desapercibido a más de uno. La pareja se toma de la mano. Es decir, a pesar de sus
diferencias, ahí están apoyándose y necesitándose el uno al otro. Y es que todos tenemos dentro de nosotros tanto aspectos masculinos como aspectos femeninos que necesitamos integrar en vez de contemplarlos como enemigos irreconciliables. La incompatibilidad puede nacer de esta ofuscación; ¿por qué no buscar los puntos de contacto antes que aquellos que nos separan?

La siguiente carta recibe el nombre de DESACUERDO. En ella vemos a una pareja enfrentada y colocada ante ante una brecha sobre la que se encuentra una espada. ¿Será capaz esa pareja de lanzar la espada y abandonarla una vez arreglen sus desavenecias?

Y es que parece que de esto se trata; existe una fuerte diferencia de opinión entre ambos miembros de la pareja; cada uno parece ver las cosas a su manera y ha decidido afilar su propia espada contra cualquier visión en contra
. La imagen nos sugiere que, en vez de ponerse a la tarea de resolver los posibles desacuerdos, encarándolos y razonándolos por la vía del amor, tienen en mente la vía del "disparar primero y preguntar después".

Los proble
mas nos enfrentan a tener que, en primer lugar, mostrarlos, no esconderlos; para ello una buena forma es encontrar las palabras adecuadas en el momento oportuno, en vez de forzar situaciones o suposiciones.

Y en segundo
lugar, no lanzarse a la batalla empuñando espadas sino razones sopesadas y serenas. Es así como la pareja puede alcanzar acuerdos: por la vía de la palabra y la razón, partiendo de una comprensión sincera de las diferencias.


Por último, aquí tenemos la imagen que identifica la carta llamada LA JAULA DORADA.

A veces el amor se malinterpreta tanto que se traduce p
or POSESIÓN. Creemos que amamos a nuestra pareja, pero no le permitimos que exprese su identidad. En ocasiones sucede con el amor que uno tiene tanto miedo de perderlo que le obliga a seguir unos rumbos muy precisos de los que no puede moverse un milímetro.

El deseo de posesión suele partir de este miedo a la pérdida; y el de la persona poseída es exactamente el mismo. La persona
que se deja poseer lo puede hacer por dos razones; una, porque tenga miedo a perder a su amor si no le obedece en todo; otra, porque es el precio que está dispuesta a pagar para conseguir determinados goces. Así que estamos ante un amor mal entendido. ¿Qué hacer para solucionarlo?

En la película "Una proposición indecente", se mencionaba algo muy hermoso, pero que para ponerlo en práctica hay que tener un grado muy grande de confianza, en uno mismo, en el otro, y en el propio proceso. Allí se decía que si a un pájaro le abrías la jaula, y después de volar libre volvía a
ti, podías estar seguro de que su amor era verdadero. ¿Estás dispuesto a correr ese riesgo? Si lo haces, sabrás que lo que obtengas es la verdad y no una mentira bien adornada pero falsa al fin y al cabo.

lunes, 14 de julio de 2008

Premio "Blog Ácido"



Mi querida amiga Agualuna ha querido hacerme un regalo más, entre los muchos que ella me hace. Qué duda cabe
que el principal de sus regalos es su cariño, y eso me hace muy feliz porque sé que ella también conoce el que yo le tengo.

Además, en esta ocasión, ha querido ofrecerme un premio muy curioso. Se trata del Premio "Blog Acido", y según establecen las bases de dicho premio, se concede a
"aquellos blogs cuyo estilo se fundamenta en que sus post son en su mayoría la opinión y el criterio particular de sus administradores, y por supuesto, que se destaque la asertividad, coherencia, fluidez, creatividad y acidez en sus opiniones". Así que, teniendo en cuenta los motivos por los que se me entrega, no puedo más que estar muy contenta y agradecida.

Aunque estamos en tiempo de vacaciones y los blogs andan un día sí y otro de excursión, quiero otorgar este premio a mi buen amiga Estrella Altair, que con casi completa seguridad no lo recogerá hasta septiembre, pero me parece que las razones por las que se otorga el premio se cumplen más que sobradamente en su interesante blog "La Mirada Sencilla". ¡Felicidades Estrella Altair!

Y ¡¡¡gracias, Agualuna!!!


jueves, 10 de julio de 2008

El Alma vive y habla

Supongo que a más de uno el título elegido para esta entrada le lleve a la perplejidad, pero es que hace tiempo tuve la oportunidad de constatar esta realidad. No se trató de un conocimiento que me llevara a una creencia, sino de una experiencia viva que aún hoy recuerdo con respeto y profundo agradecimiento.

Para quien no lo sepa, existe una terapia dentro del campo de la psicología-psiquiatría que recibe el nombre de TERAPIA SISTÉMICA, aunque es más conocida por otra denominación q
ue a mí me resulta mucho más hermosa, CONSTELACIONES FAMILIARES.

Voy a explicar más o menos en qué consiste según mi experiencia y mis palabras. A veces uno se da cuenta de que, aún poniendo mucho esfuerzo en resolver determinadas tendencias y situaciones, parece conseguirse muy poca cosa. Algunos, incluso, casi hablarían de "maldiciones" que se colocan delante estorbando el camino de todos los esfuerzos. ¿Por qué sucede esto? En muchos casos existe una explicación que nada tiene que ver con las maldiciones, y sí con el poder del amor, aun cuando éste a veces esté mal orientado y cause
entonces ciertos daños.

Voy a intentar explicar en qué consiste esta terápia y cómo se realiza.

Para practicar este tipo de terapia es necesario contar con un equipo de personas que se presten a servir de "vehículos" para obtener la verdad de determinados problemas. Lo bueno es que estas personas no se conozcan entre ellas ni, por supuesto, sepan nada de las situaciones o ambientes en los que viva quien desea someterse a este procedimiento, al que llamaremos "constelador".

Por supuesto, algo que no he dicho pero que imagino se supone, se necesita una persona que dirija estas sesiones: es decir un "terapeuta especializado en Constelaciones" que sepa dirigir y traducir a los asistentes l
o que allí está ocurriendo.

El constelador explica aquello que le preocupa y, acto seguido, dejándose llevar por la intuición y ayudado por el terapeuta que dirige la sesión, va escogiendo entre los asistentes a diferentes personas para que representen un papel determinado (normalmente es el terapeuta quien sugiere estos papeles: padre, madre, abuelo... etc.).

Una vez elegidos, el constelador los sitúa en la sala en la que están y los orienta según su intuición le dicte, y acto seguido se retira, y observa lo que sucede en este improvisado escenario.

Y lo que sucede es absolutamente milagroso. Los personajes, de repente, se colocan de otra manera y comienzan a actuar. Bien interactúan
unos con otros o con el escenario en sí, dirigiéndose de forma compulsiva hacia algún lugar determinado. Una vez en dicho lugar, puede suceder que su mirada se diriga hacia un punto más alejado; y es entonces, cuando el terapeuta (que también está impregnado de la magia del momento) se percata de que debe sacar a otro asistente para que represente un papel que nadie había tenido en cuenta hasta ahora: un antepasado, o un hijo no nacido... ¡quién sabe!.. pueden aparecer personajes extraordinariamente reveladores.

Quienes "actúan" en el papel de esos familiares, sin perder en ningún momento la propia consciencia, sienten dentro de sí también lo que experimentaba la persona cuyo papel están desarrollando. Sienten y comprenden lo que sucede, mejor incluso que la propia persona al experimentar en realidad su propia vida. ¿Por qué? En mi opinión, porque quien se está expresando allí de alguna manera es la consciencia del alma de cada uno de ellos.

Sí, sé que esto suena muy raro, y si no lo hubiera experimentado por mí misma, no sé hasta qué punto podría creerlo. Pero es que lo experimenté, como consteladora y como ayudante; es decir, yo también representé los papeles que se me dio la oportunidad de desarrollar ante la vista de los demás. Y entonces me di cuenta de muchas cosas. Me di cuenta de que existe un alma más sabia e inmortal que almacena recuerdos y vivencias, y los expone si ello se hace necesario.

Es algo verdaderamente impresionante. Además, tengo la seguridad de que no se trata de mera imaginación, ya que pude comprobar en determinados casos la veracidad de lo que cada personaje sentía y expresaba. Lo pude comprobar de diferentes maneras. Cuando se trataba de otro ayudante representando algún papel de mi familia que conocía yo muy bien (incluso representándome a mí); aquellas personas que no sabían nada de mí manifestaban sentimientos míos muy profundos, o gestos extraordinariamente característicos de mis familiares, incluso podían mostrar en su forma de moverse los problemas de salud que podían tener. Y lo comprobé cuando yo misma adopté la personalidad de quien no conocía previamente, y, después quien me pidiera actuar en su constelación me confirmara todos los datos que yo había aportado. Por supuesto, cuando digo yo, no es exacto pues quien hablaba, y me parece muy claro, es el alma consciente de esa otra persona que yo representaba en una constelación determinada.

Y cuando hablo de alma, hablo de alma inmortal y por tanto eterna. Es decir, ese alma que se manifiesta puede provenir tanto de un muerto como de un vivo. No estoy hablando de Espiritismo, sino de vivencia de un alma que no muere y que, probablemente vive el espacio y el tiempo bajo otros parámetros.

Me gustaría terminar esta entrada que ya se está haciendo muy larga, en primer lugar mostrando mi inmenso agradecimiento a Dios por haberme permitido vivir tan profunda experiencia.

Además me gustaría aportar algunos "enlaces" para quienes estéis interesados en el tema:

  • En primer lugar, la página que enlaza con quien descubrió esta terapia, Bert Hellinger.

lunes, 7 de julio de 2008

El Arte de Aprender a Ser Feliz

La mayoría de los seres humanos (por no decir todos) aseguran buscar la felicidad como meta en su vida. Sin embargo, resulta curiosa la escasa capacidad que parece desarrollar el ser humano para disfrutar de los logros. Esto se ve muy bien cuando saboreamos el contenido de una novela o una película: solemos deleitarnos con el desarrollo, pero, cuando la situación se resuelve y todo el mundo parece feliz, ¡zas!, se acabó el interés.

¿Cómo se puede decir que se busca la felicidad si a la hora de encontrarla ya estamos dispuestos a embarcarnos en nuevas dificultades sin pararnos a deleitarnos con lo ya logrado? Uno se empeña en remodelar su casa para darle más comodidades, y, una vez completada la tarea, se dedica a todo menos a disfrutar de esas mejoras. Se hacen miles de viajes de turismo para asegurar al que se nos coloque al lado que "allí estuvimos nosotros", pero ¿disfrutó uno de la situación o disfrutó más de lo que pensarían los demás de su situación?

Puede parecer muy exagerado lo que estoy diciendo, pero, con más frecuencia de la esperada, las cosas suceden así (¡no siempre, gracias a Dios!). Actualmente son pocos los que hablan del cielo, pero, al menos cuando era pequeña y jovencita, se escuchaban comentarios sobre lo que sería ese lugar tan maravilloso: ¡la beatitud completa! ¿Y cómo se identificaba ese lugar de felicidad? Como un lugar estático donde no había retos que complir y por tanto ¡un aburrimiento! ¿De verdad uno puede aburrirse con la felicidad? ¿Hasta eso hemos llegado?

Existe una asignatura pendiente en el ser humano y es la de aprender a ser feliz. Es una lección que resulta muy difícil para algunos porque, probablemente, no han entendido lo que significa realmente ser feliz. El español tiene una ventaja sobre otros idiomas y es que contamos con dos verbos para describir el SER y el ESTAR. Quizá nos hemos identificado demasiado con "estar felices" por determinadas situaciones que nos acontecen, y hemos olvidado "ser felices" porque ésa es nuestra esencia.

El reto ahora parece ser el aprender a vivir la abundancia. Si todavía no has descubierto el estado de felicidad por la felicidad misma, ¿no crees que va siendo hora de que te matricules en tan interesante y necesaria asignatura? De veras que te animo con todas mis fuerzas a que te inscribas. El ser humano necesita reencontrarse con aquello que dice desear: ¡la verdadera felicidad!

viernes, 4 de julio de 2008

El Árbol Torcido

Este relato lo publiqué con anterioridad en el blog de mi amiga Pasión ("Dios Laico"). Hoy me gustaría plasmarlo aquí también para los nuevos lectores.

La noche había sido muy dura. El viento se había desatado y parecía querer llevarse todo lo que encontrara a su paso. Su fortaleza arroyadora pudo con la de un árbol de los muchos que había en el parque. El árbol intentó resistirse, pero, cuando llegó la mañana, comprobó los efectos del viento; su cuerpo había quedado inclinado, ya no era el erquido árbol de días anteriores; ahora, parte de sus ramas casi rozaban el suelo, mientras que las demás quedaban en lo alto.

Para el árbol, la comprobación de su nuevo estado le supuso una gran tristeza. Ya nadie se resguardaría del sol bajo sus ramas. ¿Quién iba a ser tan loco como para sentarse bajo un árbol tan poco apetecible?


Todos sus compañeros lo compadecían. A todos ellos les hubiera gustado ofrecerle algún tipo de consuelo, pero no encontraban las palabras adecuadas; lo mejor era dejar pasar el tiempo y que el árbol herido se fuera acostumbrando a su nuevo aspecto.

Cuando llegaron al parque los visitantes más madrugadores y comprobaron por sí mismos los efectos del viento, hubo muy diversas reacciones. Algunos se llenaron de miedo pensando en el peligro que suponía un árbol caído, pero esta actitud era bastante irracional, pues lo ocurrido ya había pasado y no valía la pena crear accidentes imaginarios. De todas formas, no estaban satisfechos, pues aquel árbol que había quedado torcido podía constituir un peligro par
a los niños, ¿y si terminaba por doblarse completamente?

Los más optimistas veían un espectáculo curioso; comprobaron el estado del árbol y vieron que sus raíces estaban bien sujetas al suelo por lo que consideraron injustificados los recelos de aquellos otros alarmistas.

Para los niños, la nueva situación fue causa de una gran alegría. Aquél se había convertido en un árbol más accesible que los demás, por lo que lo integraron inmediatamente a sus juegos. Esto nunca había sucedido antes. Es verdad que muchos pequeñines posaban sus manitas en el tronco de los altos árboles, pero cuando intentaban alcanzar alguna rama, aun las más bajas, resbalaban sin conseguir su meta. Ahora todo había cambiado, y el árbol experimentó un gozo intenso al poder compartir la alegría de los niños.

Pasaron los días, y el árbol cada vez se acostumbraba más y más a su nuevo aspecto. Un día, un muchacho se sentó justo enfrente de él, sacó un cuaderno bastante grande, unos carboncillos, y comenzó a jugar con ellos encima del papel, mientras que, de cuando en cuando, echaba una ojeada al árbol torcido. Éste se preguntaba qué podría estar haciendo aquel joven. Pronto
obtuvo la respuesta. Los árboles que estaban situados a la espalda del nuevo personaje, contemplaron lo que hacía, y es que a cada mirada lanzada por el muchacho, un nuevo árbol torcido iba formándose en el papel. Para el árbol, aquello constituía toda una novedad; alguien estaba haciéndole un retrato.

Pronto ya no sólo había un muchacho frente a él, sino todo un conjunto de ellos. Todos pertenecían a un colegio cercano al parque, y lo que intentaban era reproducir en sus cuadernos la imagen del árbol, cosa que conseguían con una mejor o peor fortuna.

Se convirtió en algo habitual referirse al árbol. Cuando dos amigos quedaban para verse a una determinada hora, se hacía muy fácil localizar un lugar de reunión.

- “Bien, entonces quedamos esta tarde a las seis; ¿te parece?”

- “De acuerdo, pero ¿dónde? El parque es muy grande.”

- “Podemos encontrarnos junto al árbol torcido.” Y con esas palabras, el encuentro se facilitaba.

Desde el día del vendaval, muchas cosas habían cambiado; el árbol había dejado de ser alguien anónimo, ahora tenía un nombre que lo diferenciaba. Si en un principio tanto él como sus compañeros pensaron que todo había terminado para el pobre arbolito, pronto pudieron comprobar su tremendo error, y durante muchos, muchos años, el árbol torcido fue referencia obligada para todos los visitantes del parque.

NOTA: Me gustaría añadir que las dos fotos que muestro aquí, fueron tomadas por mi marido en el fantástico Parque Natural conocido como "Monasterio de Piedra" situado en Aragón (España). ¡Merece la pena visitarlo!

martes, 1 de julio de 2008

La luz del conocimiento

Desgraciadamente, a la hora de explicar la realidad o el sentido de la vida, descubrimos tan diversas visiones que nos encontramos en un espacio confuso entre la luz y la oscuridad.

Deseamos saber la verdad y la buscamos denodadamente, moviéndonos en esa fina frontera de luces y sombras.

¿A quién hacer caso? Cada
uno parece aportar una luz diferente que, en principio, no parece concordar con la de otros.

El problema podría estar en que todos buscamos nuestro propio tipo de luz, no otra distinta a nuestra propia iluminación, y, cuando creemos que no corresponde con la visión aportada por otros, nos ofuscamos y, o bien perdemos credibilidad en nuestro propio conocimiento o bien despreciamos sin detenernos sin más en el que puedan haber acumulado otros.

Y así vuelve una y otra vez la misma cuestión: ¿Cuál es la verdad? ¿Dónde está? ¿En este aporte de luz o en el otro?

Pero, ¿qué pasaría si llegáramos a la conclusión de que, en alguna medida, todas las medias verdades confluyen en la Verdad Suprema?

Se dice que la verdad es como una piedra preciosa, un brillante. El brillante es único, pero las facetas sobre las que la luz incide son tantas que aparecen todo tipo de rayos de colores distintos. El brillante es uno, las facetas son varias.

Pienso que cada uno de nosotros transmite una chispita de luz, una chispita de conocimiento.

Imagina un minero o un espeleólogo alumbrando el camino por el que tiene que avanzar. Para ello se coloca una lamparita en su casco de seguridad y así, según la dirección que emprenda, así iluminará éste o aquel trayecto.

¿No podría ser eso lo que nos pasa? Cada uno iluminamos un aspecto de la verdad; un aspecto muy importante. Y eso nos debería llevar a pensar que cuantas más lamparitas estén encendidas, más nos acercaremos a la Iluminación Total.