viernes, 9 de mayo de 2008

Salvaje, el Guepardo - Segunda parte


Los días pasaban y ningún animal pisaba la selva. Hasta los árboles parecían haberse negado a cantar en unión del viento. Durante los primeros días, el mono disfrutó este estado de cosas, pues aquello quería decir que los animales respetaban su prohibición y esto le hacía sentirse un ser importante. Sin embargo, poco duró su alegría; cuando quería hablar con alguien, miraba a un lado y a otro sin que nunca hubiera nadie a quien dirigir la palabra.

El mono inventó un juego que le hacía creerse en compañía; se trataba de pronunciar su nombre con una gran fuerza en algún lugar donde el eco pudiera devolverle su sonido, pero tampoco esto funcionó, el eco se negó a ser amigo de aquel mono egoísta y dominante.

Los días cada vez le parecían más largos al mono, ya nada le apetecía. Llorando se fue al lago preferido del guepardo y, asomándose sobre el cristalino espejo, vio su triste aspecto reflejado en él. Pero, fijándose un poco, vio algo más. Se trataba de Salvaje el guepardo, que le preguntó así:

- “¿Qué te pasa? No pareces muy alegre.”

- “Y no lo estoy.” -Contestó el mono- “¿Sabes? Me equivoqué. Echo tanto de menos la compañía de los demás. He sido un egoísta. Hasta el eco me ha vuelto la espalda y no quiere jugar conmigo.”

Salvaje se compadeció del mono; veía claramente que había aprendido la lección y decidió hacerse su amigo.

- “Nunca me has dicho cómo te llamas.” -Dijo el guepardo.

El mono intentó contestar a la pregunta de Salvaje, pero hacía tanto tiempo que nadie le llamaba por su nombre que hasta esto se le había olvidado. La tristeza del mono era muy grande. De repente, el eco susurró un nombre entre los árboles.

- “¡Kihor!”

Al mono se le iluminó el semblante, pues aquél era su nombre, y resultaba tan dulce volverlo a escuchar de una voz amiga.

Pronto todos los animales volvieron a la selva y compartieron su amistad con el mono Kihor, quien, desde aquel momento fue uno de los animales más afables y cariñosos de aquella maravillosa selva.