-Y sin embargo, a pesar de todo lo que dices, nuestros seres queridos y nosotros mismos partiremos algún día.
-Nunca, absolutamente nunca, perdemos a nuestros seres queridos -afirmo-. Nos acompañan, no desaparecen de nuestras vidas. Simplemente estamos en habitaciones diferentes. No puedo ver lo que hay en el vagón de delante, pero hay gente viajando en el mismo tiempo que yo, que vosotros, que todo el mundo. El hecho de no poder hablar con ellos, de saber lo que ocurre en el otro vagón, es absolutamente irrelevante; están allí. Así, eso que llamamos "vida" es un tren con muchos vagones. A veces estamos en uno, a veces en otro. Otras veces pasamos de uno a otro, cuando soñamos o cuando nos dejamos llevar por lo extraordinario.
Paulo Coelho, Aleph