lunes, 10 de noviembre de 2014

64 - EL DESASTRE


A veces, las malas relaciones pueden ser el preludio para un sonoro desastre. Pero, ¿por qué han de darse malas relaciones? Si nos fijamos en esta carta podemos ver a una pareja que se mira con suspicacia, y hasta con miedo el uno al otro. Ambos están unidos por unas esposas, y una buena pregunta sería la que nos llevara a averiguar quién les puso esas esposas, ¿fueron ellos mismos, quizá, o se las impusieron desde fuera? El hombre no acaba de soltar la daga que lleva siempre dispuesta como medida disuasoria en caso de serle necesario; mientras que la mujer, aprieta el puño que tiene liberado, para contrarrestar el golpe si ello fuera preciso. Con tal viciado y mal ambiente, no es raro que esta carta nos hable de un posible desastre.

Si miramos el fondo de la imagen vemos tras la pareja un fuego del que surge un mostruo que es quien parece guiar los pensamientos de ambos, ya que sujeta sus mentes con sus grandes y huesudas garras. Así que un origen para este malestar que se nos anuncia a nivel de relación puede hallarse en ese fuego generado por un impulso, una pasión, o una obsesión mal dirigida y muy mal gestionada.

Darse cuenta de ese posible origen, puede hacer que la carta, a través de hacer visibles las dificultades, conduzca a la resolución de los problemas, porque si la relación de la pareja tiene buenos principios, independientemente de los fuegos instintivos de destrucción, así como a pesar de las cadenas a las que uno se siente sujeto por obligación, podría alcanzarse el éxito y conseguir la eliminación de ambos elementos nocivos y restrictivos que tanto daño pueden hacer al verdadero amor.