miércoles, 12 de mayo de 2010

Cuando tú mismo contribuyes a forjar un infierno


Es verdad que en muchas ocasiones las situaciones difíciles nos desbordan, ¡qué duda cabe!; pero no es menos cierto que en otras muchas circunstancias somos nosotros mismos los que contribuimos a agrandar los problemas en vez de a ponerse a trabajar en las soluciones. Este fragmento de una charla de Osho me pareció muy revelador, y he considerado oportuno traerlo aquí para vuestra consideración. El fragmento está extraido del El Libro de los Secretos, con conferencias de Osho y publicado por la Editorial Gaia.

Recuerda, y analiza tu propia vida. ¿Has tomado en consideración los momentos felices, las alegrías, las satisfacciones, los vislumbres dichosos? No los has tenido nada en cuenta, pero has tenido muy en cuenta tu dolor, tu sufrimiento, tu desdicha, y sigues acumulando. Eres un infierno acumulado, y esto es tu propia elección. Nadie más te está forzando a estar en este infierno; es tu propia elección. La mente toma lo negativo, lo acumula y se vuelve negativa ella misma. Y entonces es una desdicha que se perpetúa a sí misma. Cuanto más cosas negativas tienes en la mente, más negativo te vuelves, y más cosas negativas se acumulan. Lo similar atrae a lo similar, y esto ha sido así durante vidas y vidas. Te lo pierdes todo debido a tu enfoque negativo.
(...)
Todo es tan solo una ventana. Si te identificas con un dolor, estás mirando por una ventana, y la ventana del dolor, del sufrimiento, sólo se abre hacia el infierno. Si te haces uno con un momento satisfactorio, un momento dichoso, un momento extático, estás abriendo otra ventana. La existencia es la misma, pero tus ventanas son diferentes.
(...)
Ves a un amigo, y te sientes feliz; te reúnes con la persona a la que amas y te sientes feliz: cristaliza esto. Sé feliz en ese momento, y convierte esa felicidad en una puerta. Entonces, estás cambiando la mente, y empezarás a acumular felicidad. Tu mente se volverá positiva, y el mismo mundo parecerá diferente.

El cuadro es de Bartolomé Esteban Murillo y se titula
Dos mujeres en la ventana, extraido de culturageneral.net