jueves, 6 de mayo de 2010

Cinco de Arco Iris y Cinco de Agua en el Tarot Zen de Osho.- Meditando con las Cartas del Tarot

En artículos anteriores hemos podido ver como los diferentes Tarots abordan la misma o parecida cuestión desde una perspectiva algo distinta o con variaciones de matices que enriquecen las lecturas. Así, el Cinco del Arco Iris que nos presenta el Tarot Zen de Osho, con las bellas ilustraciones de Ma Deva Padma, ahonda desde una óptica algo diferente pero muy valiosa en el significado del Cinco de Oros del Tarot Rider Waite. Aquí la carta recibe el nombre de EL EXTRAÑO.

¿Recuerdas la imagen del Cinco de Oros del Rider Waite? Allí veíamos a unos mendigos alejándose de un lugar de riqueza. Aquí contemplamos a un niño ante una puerta cerrada. El niño mira a través de la reja, quiere entrar pero se ve demasiado pequeño para abrir una puerta cerrada. Eso le hace reflexionar, valorar lo que de verdad desea, curiosear... Pero, fíjate bien, ¿resulta tan imposible que este niño pueda entrar en el paraíso? No; al contrario, si se detuviera un momento a considerar las opciones que tiene, comprobaría que la cadena está rota, así que, con sólo dar un tirón podría acceder a ese mundo que tanto le inspira y para el que se siente totalmente incapaz.

¿Te ves tú reflejado en esta historia? ¿Cuántas veces te has puesto frenos tú mismo? ¿Cuántas veces no has hecho el esfuerzo que se te pide si en realidad deses algo? Es lógico que no te lo pongan todo tan fácil; debe haber un pequeño desafío que te haga considerar tus verdaderos deseos y no basarte sólo en la facilidad o no para obtenerlos. ¿Estás dispuesto a dar ese pequeño empujón que se te está pidiendo?

Y si con la anterior carta buscábamos el equivalente en el Rider Waite, vamos a hacer lo mismo con el Cinco de Agua del Tarot Zen de Osho, llamada APEGO AL PASADO. En el Rider Waite, el Cinco de Copas nos mostraba una figura entristecida por las copas que había perdido, sin ojos para las que quedaban en pie. En el Cinco de Agua se nos muestra una figura tan sobrecargada por todos los recuerdos y emociones del pasado, que no es capaz de ver cómo su vestido está ya raído de tanto usarlo, ni tampoco es capaz de dirigir la mirada por encima de tanto recuerdo para ver la hermosa copa que brilla hasta producir estrellas.

El pasado nos trae enseñanzas, vivencias, pero... si sólo miramos en esa dirección, no sólo no podemos disfrutar del presente sino, incluso, ante tal negligencia pasiva podríamos estropearlo. La vida tiene que fluir, no se trata de acumular sino de VIVIR.

¿Te está impidiendo tu pasado valorar y disfrutar el presente? Medita y no permitas que las cargas que arrastras oscurezcan tanta belleza.