El Ocho del Arco Iris me parece una carta muy hermosa. Se llama LO SIMPLE Y LO ORDINARIO, y nos hace un llamamiento hacia la vida sencilla; esa que todos anhelamos pero que, a veces, se malinterpreta y termina por perder valor para muchas personas.
En la vida hay que saber disfrutar de la sencillez. ¿De qué te valen los actos públicos de homenaje si en tu interior estás insatisfecho? Lo importante no son esos actos, lo importante es tu esencia, y en la vida sencilla puedes encontrarla porque no hay lugar al que huir; se trata de vivirla con alegría, con esa sensación de plenitud que da la satisfacción.
No estamos hablando de contar a los vecinos que estuvimos aquí o allá, viendo esto o aquello; se trata de saber disfrutarlo de verdad, no por la imagen, no por el prestigio, sino por la pura realidad. Y el mayor disfrute está en lo sencillo más que en lo complicado; en aquello que no requiere vanos esfuerzos sino el prestarse a vivir el momento.
Agradece y valora la vida sencilla y no te ahogues en vanas pretensiones que te alejan de ti mismo.