sábado, 23 de enero de 2010

La Ciencia-Ficción y la Religión


Nunca imaginé que la llamada
ciencia-ficción tuviera tanta riqueza de matices, no sólo a nivel científico sino ético, filosófico, religioso, e incluso moral. Ha sido mi marido quien me ha hecho valorar y conocer la profundidad de la buena ciencia-ficción, y por ello, y por muchas cosas más, tengo mucho que agradecerle.

Orson Scott Card es el creador de una serie de libros muy conocidos y casi de culto en este género, y que comenzaron con un libro titulado "El Juego de Ender". En estas navidades, leyendo una continuación de esta historia, me agradó mucho poder encontrar una explicación de tipo religioso que me parece muy acertada, y que me gustaría compartir con vosotros.

Se trata del extracto de una conversación entre un personaje femenino llamado Agnes O'Toole y un joven de nombre Zeck Morgan, hijo de un ministro puritano. He aquí el brevísimo texto que os presento para vuestra consideración.

- ¿Sabes qué escribió Dios en realidad? -preguntó Agnes.
- Usted cree que somos fundamentalistas. Pero no lo somos. Somos puritanos. Sabemos que Dios sólo puede enseñarnos lo que estemos preparados para comprender. La Biblia fue escrita por hombres y mujeres en tiempos pretéritos, y contiene todo cuanto eran capaces de comprender. Nosotros tenemos un mayor conocimiento de la ciencia, y por eso Dios se permite aclarar y decirnos más cosas. No sería un padre amoroso si insistiera en contarnos sólo lo que los humanos pudimos entender en la infancia de nuestra especie.
Me parece una excelente argumentación.

Orson Scott Card, "Guerra de Regalos", Ediciones B