lunes, 23 de abril de 2012

Las Voces de los Maestros

Desde hace tiempo entiendo que no todos tenemos iguales creencias, y, por tanto, no resulta fácil hacer comprender diversos mensajes a todos según las creencias que cada cual asuma; pero sí tengo muy clara una cosa; que, independientemente de dogmas o verdades aceptadas, existe una valoración hacia todo lo que me llega en base a algo que considero fundamental: saber si esa vía que se me abre me hace mejor o peor persona; y esa idea es la que intento seguir como un buen timón hacia lo correcto. Para mí, aquello que nos hace mejores no puede ser malo.

Toda esta reflexión la hago para poder transmitir algo que me ayuda, pero que muchas veces podría estar en contra de determinadas formas de entender la religión. 

Hace ya bastante tiempo, tuve la oportunidad de conocer a personas que decían comunicarse con los Maestros. Por Maestros entendí que se trataba de Seres Espirituales muy avanzados que, entre otras cosas, nos ayudan. Luego, buscando por Internet y por diversos libros y oráculos que me salían al paso, vi que existen los llamados Maestros Ascendidos, a los que varias personas les dan nombres determinados y concretos. 

¿Qué idea tengo yo sobre estas cosas? Me parece que los seres humanos vivos en un momento determinado del tiempo no son los únicos "habitantes" del Universo, ni mucho menos. Creo en un Dios creador que ha traído a la vida muy diferentes seres. Dependiendo de cada religión, esos seres se catalogan de una u otra manera; en el ambiente cristiano sabemos de ángeles,  por ejemplo, y de su diversidad: arcángeles, serafines, querubines, y un largo etc.

Además pienso que puede haber otro tipo de seres espirituales, bien porque fueron creados así, bien porque evolucionaron hasta alcanzar ese estado. Esos seres espirituales que son superiores pueden comunicarse, ¿por qué no? La cosa es detectar qué tipo de comunicación están ofreciendo y de dónde proviene. No sólo existe la comunicación verbal o visual, sino que a través de múltiples señales se puede establecer la comunicación. Así, por ejemplo, uno no tiene que escuchar de su pareja la expresión "te amo" para saber de ese amor si al abrir la puerta de casa se encuentra sonando la música que a uno le gusta y un bonito ramo de flores. 

A través de sentimientos, encuentros aparentemente casuales pero que son respuesta a una petición lanzada desde lo más recondito de nuestros corazones, pueden estar "hablándonos".

Como he dicho, me refiero a Seres Espirituales Avanzados, y que por eso son considerados Maestros; pues, además de haber conseguido un grado de sabiduría muy elevado, la enseñan a quienes se encuentra en otros estadios evolutivos.

Muchas veces no importa el nombre que tengan o poder determinar su aspecto, sino su mensaje; y la pregunta crucial que, a mi juicio, todos deberíamos hacernos es: ¿Lo que dicen me hace mejor y nos beneficia a todos o no? Si la respuesta a esta pregunta es afirmativa, creo que escucharlos puede abrirnos muchas puertas a nuestro crecimiento.

En el libro de Júlia García Cervera, titulado "Unas horas de Luz" y publicado por Editorial La Plana se ofrecen esos mensajes de los que hablo. Por eso recomiendo vivamente su lectura porque creo que, tras leerlos múltiples veces, y meditarlos en profundidad, podemos ser mucho mejores personas. Entonces ¡cómo no voy a animar a leerlo!