lunes, 10 de diciembre de 2012

26 - EL ACTOR

Todos, al menos en algún momento de nuestra vida, interpretamos diversos papeles; nos convertimos en actores consumados. Esto es así,  y no hay por qué negarlo; el problema está en cuando lo hacemos de forma tan inconsciente que ni nos damos cuenta de ello, y terminamos por creernos el papel representado.

Fíjate en los tres elementos que aparecen en la escena. En primer plano destaca el actor leyendo su papel con gran convicción; pero no es el único que está en el escenario, sino que al fondo un soldado observa atentamente mientras permanece a la espera: ¿tendrá él algún papel que representar?, ¿alguna frase que decir? Y en tercer lugar, tenemos a los espectadores dispuestos a dejarse entretener y ofrecernos sus aplausos o, por el contrario, sus abucheos.

Todos interpretamos estos tres papeles en diferentes momentos. Como digo, el problema, más que ejercerlos, está en no ser conscientes de cuándo actuamos de una u otra manera. Como siempre, la consciencia es la clave para nuestra mejora personal; y al ser conscientes, eleminamos la necesidad de engañar o embaucar, y sencillamente optamos por "ser".