
Fíjate bien en la carta; en ella se encuentran muchos símbolos que podrían clarificar tanto la situación depresiva como su posible solución. La figura humana sólo fija la mirada en sus pies, unos pies que se alargan hacia el pasado y se adentran en esa cueva tan oscura y por lo tanto sugieren estancamiento e inacción. Detrás del personaje, múltiples figuras de piedra le hacen compañía; estas figuras podrian ser seres que permanecieron en el mismo estado que nuestro protagonista y que por hacerlo durante tanto tiempo se han acostumbrado a su visión pesimista y se quedaron petrificados en ella. También puede tratarse de los recuerdos inmutablemente fijados de su pasado, sobre los que vuelve una y otra vez hasta dejarlos sin posibilidad de que sean vistos con ciertos aires de cambio. Al fondo de la cueva, la luz del sol o de una hoguera ardiendo trata de infundir fuerza y energía a nuestro triste personaje; sólo hace falta que el tenue calor que puede percibir le haga volver la cabeza y moverse en la dirección adecuada. ¿Lo logrará?