Las Espadas representan lo mental, lo racional. Se corresponderían con el elemento aire.
AS DE ESPADAS – La decisión. Es una carta crucial, indica que ha llegado el momento de encarar las cosas y tomar decisiones tras un análisis concienzudo y calculado.
DOS DE ESPADAS – El bloqueo. A quien le aparezca esta carta se le está advirtiendo de que no quiere ver las cosas, y por supuesto no quiere pararse en las emociones. Venda sus ojos y dice que no tiene opciones, pero ¿por qué no decide quitarse la venda de los ojos?
TRES DE ESPADAS – El dolor, el disgusto, la separación. La persona que ve esta carta probablemente se encuentre en una situción dolorosa. También puede ocurrir que a quien le aparezca esta carta precisamente lo que trate es de ocultar el dolor con un barniz de pura razón.
CUATRO DE ESPADAS – Tiempo de descanso. La persona ha llegado a un límite en el que requiere un tiempo de sosiego para poder seguir avanzando. Es en ese sosiego donde encuentra la fuerza necesaria y la luz para seguir. A veces incluso anuncia periodos de una convalecencia, normalmente debida a eso mismo, a que la persona en cuestión no ha querido parar y es la vida la que decide pararle momentáneamente para que acierte con el rumbo.
AS DE ESPADAS – La decisión. Es una carta crucial, indica que ha llegado el momento de encarar las cosas y tomar decisiones tras un análisis concienzudo y calculado.
DOS DE ESPADAS – El bloqueo. A quien le aparezca esta carta se le está advirtiendo de que no quiere ver las cosas, y por supuesto no quiere pararse en las emociones. Venda sus ojos y dice que no tiene opciones, pero ¿por qué no decide quitarse la venda de los ojos?
TRES DE ESPADAS – El dolor, el disgusto, la separación. La persona que ve esta carta probablemente se encuentre en una situción dolorosa. También puede ocurrir que a quien le aparezca esta carta precisamente lo que trate es de ocultar el dolor con un barniz de pura razón.
CUATRO DE ESPADAS – Tiempo de descanso. La persona ha llegado a un límite en el que requiere un tiempo de sosiego para poder seguir avanzando. Es en ese sosiego donde encuentra la fuerza necesaria y la luz para seguir. A veces incluso anuncia periodos de una convalecencia, normalmente debida a eso mismo, a que la persona en cuestión no ha querido parar y es la vida la que decide pararle momentáneamente para que acierte con el rumbo.
CINCO DE ESPADAS – La lucha. Pero, a diferencia del cinco de bastos en el que se nos hablaba de una competición como tal, aquí la cosa es un poco distinta y no precisamente favorable. Se vive un ambiente de lucha con un mal fondo, y en ese ambiente es difícil darse cuenta de cuándo uno tiene razón o cuándo no la tiene. Llega un momento en que las malas intenciones propias o de los demás pueden oscurecer las mejores de las intenciones. Es un aviso para no caer en la trampa y sabernos separar a tiempo. Huir de ese espíritu guerrero que busca bronca, no de ese otro que busca mejores opciones en la vida.
SEIS DE ESPADAS – Nuevos rumbos, incluso viajes. Puede ocurrir que la situación indique que hay que despedirse de lo antiguo y embarcarse en una nueva dirección. Es como la figura del emigrante que deja su patria, sus amigos, su trabajo, lo que conoce, con la esperanza de encontrar mejores opciones en otro país. Por supuesto tiene miedo, y por supuesto la alegría de fondo se tiñe de nostalgia y pesar por lo que en el momento actual parece abandonar. Tambíén muchas veces es una señal de un viaje real.
SIETE DE ESPADAS – La huida. El siete de espadas habla con frecuencia de alguien que no quiere encarar una determinada situación y se esconde sin dar la cara. También de algún tipo de conducta innoble, ya sea por parte del consultante o por el entorno que le rodea. Esta carta refleja una cierta ocultación.
OCHO DE ESPADAS – La confusión, la inhibición. Alguien que se siente preso de una situación de la que cree no puede salir, aunque eso no sea cierto. Fuerte inhibición de sentimientos
NUEVE DE ESPADAS – La preocupación. Algo nos está quitando el sueño. Una preocupación se ha adueñado de nosotros y nos produce desasosiego. Incluso en el fondo de esas preocupaciones puede que haya un fuerte sentimiento de culpa.
DIEZ DE ESPADAS – El dolor. Ésta es una de las cartas más duras del Tarot. La persona siente que no puede más; ya ha sufrido demasiadas heridas y le resulta difícil aguantar una más. También puede ocurrir que un dolor excesivo lleve a esta persona a deshacerse de la emoción y por tanto del corazón, y poner un énfasis excesivo en la pura y dura razón.
PAJE DE ESPADAS – La sospecha. Surge la oportunidad para la sospecha. La persona desea analizar la situación que se le plantea, intentando descubrir “si hay gato encerrado”. Por otra parte, también puede ser el anuncio de un conflicto que podría degenerar en una discusión si uno no toma las medidas de advertencia y cae en la trampa de la ofuscación.
CABALLERO DE ESPADAS – Como todos los caballeros, esta carta también tiende al exceso. En esta ocasión se trata de un temperamento batallador y pendenciero. Es verdad que en ocasiones hay que tomar la delantera y rebelarse, pero la verdad sea dicha, si hay un ánimo pendenciero en nosotros corremos el peligro de ser injustos y cebarnos en un exceso de crueldad. Habría que valorar hasta qué punto esta carta nos aconseja a actuar con fuerza y cuándo nos advierte sobre los efectos negativos de esa fuerza.
REINA DE ESPADAS – Es una mujer que analiza friamente las situaciones. También puede indicar que la persona a la que representa está en un momento difícil o triste.
REY DE ESPADAS – Es un hombre frío y analítico. En muchas ocasiones es la carta que una desea ver cuando busca soluciones pues puede referirse a alguien que tiene la capacidad de verlas.
REINA DE ESPADAS – Es una mujer que analiza friamente las situaciones. También puede indicar que la persona a la que representa está en un momento difícil o triste.
REY DE ESPADAS – Es un hombre frío y analítico. En muchas ocasiones es la carta que una desea ver cuando busca soluciones pues puede referirse a alguien que tiene la capacidad de verlas.