La carta llamada EL CUIDADO, nos trae a la memoria los cuidados recibidos por nuestros padres cuando éramos niños, y por tanto, de alguna manera nos llevan a sentimientos nostálgicos. Pero ¿es de esto de lo que nos quiere hablar esta carta de EL SYMBOLON? Como todas las cartas va mucho más allá su mensaje; estudiémoslo con atención bajo diferentes aspectos.
El hecho de que la imagen nos muestre la noche, ya nos está adviertiendo de esos momentos de oscuridad en los que tememos algo, y por eso buscamos protección y apoyo, además de ternura y cariño. Nos sentimos tan frágiles en un mundo desconocido que nos dirigimos hacia quien nos brinde atención y cariño.
También pudiera ser que seamos nosotros los que decidamos cuidar y atender a quien consideramos necesitado. De esta forma, nuestros miedos se mitigan ante la responsabilidad del otro; tenemos que ser más fuertes que aquél que confiesa su fragilidad, y eso nos da valor a nosotros mismos.
Un aspecto a tener en cuento a la hora de ayudar es comprender que la ayuda no debe de ser opresiva. Una cosa es apoyar y otra muy distinta es limitar; y a veces, a la hora de prodigar atenciones y cuidados, lo que realmente hacemos es ejercer un poder demasiado agobiante para el otro, aunque nos ofrezca seguridad a nosotros.
Tampoco podemos ayudar al otro olvidándonos de nosotros mismos, y cayendo en ese "síndrome del cuidador" del que tanto se nos advierte. La ayuda no puede convertirse en una atadura obsesiva, ni por parte de quien la ofrece ni por parte de quien la recibe. Saber ayudar es también saber respetar y respetarse.
No olvides fijarte en algo muy importante a la hora de interpretar esta carta. ¿Quién eres tú? ¿La madre? ¿El niño? No olvides nunca que quien más ayuda necesita eres tú mismo.