viernes, 24 de febrero de 2012

Un verdadero amigo

No siempre sabemos reconocer ni aceptar a los verdaderos amigos, esos que no hacen necesariamente lo que queremos que hagan sino lo que tienen que hacer; esos que nos ayudan a entender aportándonos diferentes perspectivas para ver qué puede estar sucediéndonos en determinadas situaciones; esos que nos alejan de la ofuscación siempre y cuando se lo permitamos. 

Los verdaderos amigos no son fáciles de encontrar pues tienen que someterse a periodos de enfrentamientos cuando nos hacen ver nuestras equivocaciones. El problema es que, cuando meten el dedo en la llaga, solemos juzgarlos a ellos en lugar de hacerlo sobre nosotros; el problema es que queremos siempre ser alabados en vez de enseñados. Un verdadero amigo es incondicional en el amor, no necesariamente en vernos siempre sobre un pedestal; aquel pedestal sobre el que nos gustaría estar pero sobre el que tanto nos cuesta mantenernos.

Un verdadero amigo es alguien que, a pesar de nuestros fallos y de no silenciarlos, nos sigue queriendo con todas sus fuerzas. Sí, un verdadero amigo es un tesoro a veces poco valorado por el lugar en el que tiene que colocarnos para que consigamos despertar de nuestros sueños alejados de la realidad y dirigirnos hacia el buen camino de nuestro crecimiento.

Un párrafo del ibro The Noticer de Andy Andrews me inspiró estos pensamientos y creo que puede ser muy clarificador leerlo, por eso aquí os lo dejo para vuestra reflexión. Espero que os sirva tanto como me ha servido a mí:

"La mayoría de la gente cree que un verdadero amigo es alguien que nos acepta tal como somos. Pero es peligroso creer esas tonterías. El chico que te toma el pedido desde el coche en tu restaurante de comida rápida te acepta tal y como eres..., porque no le importas en absoluto. Pero un verdadero amigo tiene un concepto más elevado de ti. Un verdadero amigo saca lo mejor que hay en ti. Un buen amigo te dirá la verdad. Y un buen amigo sabio también te dará una buena dosis de perspectiva".