Problemas, problemas y más problemas. Situaciones que nos llenan de ofuscación porque nos falta perspectiva para comprenderlas y dilucidar posibles soluciones. Es verdad aquello de que los árboles no nos dejan ver el bosque, algo que refleja muy bien la carta Diez de Bastos del Tarot Rider Waite.
A la hora de la meditación, me sereno y espero. En mi mente aparecen los problemas, pero, ¿por qué?, ¿por qué tanto revoltijo? Quiero respuestas y no sé obtenerlas por mí misma. Pero entonces, nuevamente me sereno y poco a poco la respuesta llega en forma de imágenes llenas de significado.
Veo las copas de los árboles de un frondoso bosque. Es curioso; veo las copas de esos árboles pero no consigo ver más que las copas a pesar de estar sobre ellos. Es absurdo; si estoy sobre los árboles, con sólo cambiar la perspectiva, podría obtener otra visión más amplia que abarcara un espacio mayor.
Entonces, alzo la mirada por fin y miro al cielo. Justo en ese momento un hermosísimo pájaro con sus alas extendidas me confirma que puedo ampliar mi horizonte.
Y así lo hago, como si fuera montada sobre este pájaro, o como si fuera otro pájaro igual a él, observo cómo la imagen va alejándose y puedo ya contemplar, no sólo las copas de los árboles, sino mucho más allá: el paisaje en perspectiva.
Y es entonces cuando entiendo la lección:
Las preocupaciones, los problemas desaparecen
cuando se enfocan con otra perspectiva.