El amor es la emoción, el sentimiento más valorado por todos. Del amor surge la creación. Para crecer, para desarrollarnos, todos necesitamos el amor. Hay múltiples formas de vivirlo, de experimentarlo, pero una muy hermosa es la que nos conecta con la pareja de nuestra vida. Al embarcarnos en la vida de pareja pueden darse muchas circunstancias.
Es verdad que alguien a quien amar y que nos ame es una motivación para mejorar. Pero también lo es que muchas veces lo que uno busca es ser amado, y se olvida de ejercer aquello que busca. No se trata de un amor unilateral, sino de que ambos componentes de la pareja contribuyan de igual manera al amor.
En otras ocasiones, la persona con baja autoestima necesita el regalo del amor para sentirse valorada y así poder progresar. Y es entonces cuando, una vez recibido este gran don, debe mostrarse agradecido y contribuir al crecimiento amando y no sólo recibiendo.
El amor de una pareja no está sólo para la felicidad de los contrayentes, sino que todo aquel mundo que les rodea va a salir beneficiado si a su vez cada uno aprende a disfrutar, agradecer y valorar el amor de los demás.
El amor a la pareja nos impulsa a amar a ésta, a amarnos a nosotros, y a amar a todo el mundo que nos rodea. El amor es la gran herramienta de la creación; nunca puede empobrecer sino ayudar a nacer y crear un mundo mucho mejor.