miércoles, 2 de septiembre de 2009

¡¡¡Ya de vuelta!!!! Y comienzo con una idea: "Los Niños Salvajes"

¡Pues ya estamos por aquí y con muchos deseos de reiniciar una nueva tanda de entradas en este blog!

Este verano ha sido muy bonito (todos, gracias a Dios, tienen su "puntito") pero es que, además, ha aumentado nuestra familia gatuna.... Aquí os presento a Fantasmilla, un hermosísimo regalo fruto de otro regalo igualmente bello: el afecto de unos grandes amigos que nos han brindado, además de su cariño, este cachorrito taaaaannnnn bonito! Aquí os lo mostramos.


Y ahora, tras los saludos y presentaciones, a retomar el ritmo del blog.


Por el momento, me gustaría introduciros en una idea que desarrollo más ampliamente en mi otro blog, "Retazos de Literatura", y sobre la que proyecto tres publicaciones en este mes de Septiembre. El tema a tratar es uno que me cautivó casi desde la niñez, a raíz de historias tan fascinantes como las de Tarzán o El Libro de la Selva. Allí se habla de seres criados en soledad y de las consecuencias de esa experiencia.

Aunque este tema a muchos pudiera parecerles sencillamente un asunto de ficción, para bien o para mal, se trata también de una realidad. Una realidad que ha merecido diversos tipos de estudio con mayor o menor éxito. Existen seres que, por diversos motivos no siempre conocidos, se han visto abandonados y privados del contacto humano. Y entonces aparece una cuestión de gran importancia para muchos estudiosos. ¿Alguien criado de esta manera es verdaderamente un ser humano?

¡Qué pregunta, verdad! Pero a quien en este momento le parezca la respuesta afirmativa algo fuera de toda duda, le invito a recordar algún hecho del pasado que nos llevaría a no escandalizarnos tanto ante el planteamiento de semejante especulación. Un ejemplo lo tenemos tras el descubrimiento de América y la constatación de que allí, en un nuevo continente del que nada se sabía con anterioridad, vivían seres con modos culturales distintos a los de sus "descubridores" y formas físicas diversas. Más de uno, entonces, llegó a hacerse la pregunta de si aquellos seres "tan distintos" (hoy en día, ante la diversidad cultural y el fácil acceso a otros mundos, nos reimos de esto, pero entonces era como se veían las cosas) tenían o no tenían alma. Es decir, en el fondo de la cuestión, lo que se trataba de dilucidar era si esos seres distintos a los "habituales" podían ser considerados como humanos o no.

Pues si esta duda se planteó sobre seres humanos que habían construido sociedades con mayor o menor complejidad técnica, social, etc., etc, pero que ahí estaban bien a la vista como para que alguien pudiera dudar de su humanidad; no es difícil de imaginar qué dudas se plantean ante un ser que ha tenido como único referente en su vida, lo que haya podido aprender de unos monos o de unos leones, o incluso, de su propia soledad.

Casos de niños abandonados a su suerte son de todos conocidos (ahí tenemos, sin ir más lejos, la leyenda de Rómulo y Remo amamantados por una loba). Pero su estudio parece algo más reciente, comenzado de manera más docta a partir del Siglo de las Luces, como no podía ser de otra manera. En el siglo XVIII, el Siglo de la Razón, se buscaba, dentro del entramado de los procesos mentales, la esencia del ser humano; y unos seres criados fuera de cualquier contacto social podíán convertirse en excelentes conejitos de prueba para determinar la verdad o mentira de ciertos criterios. Pero, el ser humano, la Vida es algo mucho más complejo que una tabla de análisis y cuantificaciones, y hoy es el día que poco o nada sabemos de muchas cosas y seguimos cometiendo los mismos errores que se cometieron al analizar estos casos ya siglos atrás. Las víctimas de aquellos abandonos, desgraciadamente, en muchos casos siguieron siendo víctimas de su aislamiento aun a pesar de ser obligadas a insertarse en una cultura que poco podía comprenderlas.

Os invito a leer estas tres entradas en Retazos de Literatura que serán publicadas los días 2, 16 y 30 de Septiembre, y que constituyen el inicio de un libro que escribí con enorme ilusión y cariño, titulado "El Misterio de los Niños Salvajes".