sábado, 2 de octubre de 2010

Seis de Fuego y Seis de Nubes en el Tarot Zen de Osho./ Meditando con las cartas del Tarot

Al igual que la carta del Seis de Bastos del Tarot Rider Waite, en el Tarot Zen de Osho, el Seis de Fuego nos remite al ÉXITO. Y como siempre, aunque sea una experiencia alegre, el éxito no debe hacernos perder la visión de la realidad.

Fíjate en la figura montada sobre un majestuoso tigre, está totalmente alejada de la realidad mirando hacia los confetis que le lanzan; incluso ya ni los mira, sino que se solaza en ellos mientras cierra los ojos al resto del camino.

Menos mal que el tigre no ha perdido la cordura y estudia con mucho cuidado el terreno que va pisando.


¡Disfruta, sí, pero no pierdas la perspectiva!

Como ya hemos visto en otras ocasiones, no todas las barajas concuerdan en sus significados; especialmente esto sucede cuando se trata de los Arcanos Menores; así, llegamos al Seis de Nubes, que aqui recibe el nombre de LAS CARGAS. ¿Podemos comparar esta carta con el Seis de Espadas del Tarot Rider Waite? De alguna forma podría hacerse, pero no en la totalidad. Por eso cada baraja aporta algo muy profundo y que puede ser de gran ayuda. Pero centrémonos en la que nos ocupa ahora; ¿qué te dice esta imagen?
Vemos a un hombre agotado subiendo una pendiente. ¿Le cansa el camino? Por supuesto que éste es abrupto y difícil pero podría sortearse con mucha más alegría si nuestro personaje no llevara sobre él a otro hombre que parece no parar de darle indicaciones mientras deja caer todo su peso sobre nuestra pobre figura protagonista. Y la cosa no acaba aquí, sino que encima del segundo caballero se alza un gallo asentado cómodamente sobre los anteriores. ¿Qué te dice esta carta a ti en particular?

A veces permitimos que otros se asienten sobre nuestros hombros y no nos permitan movernos a nuestro ritmo. Está bien escuchar consejos, está bien ayudar a otros, pero quizá no está tan bien ser sometido al abuso de los demás, a las opiniones ajenas no asimiladas, a ideas que no se sostienen con la práctica pues no olvidemos que el que camina es quien sostiene a todos los demás.