miércoles, 10 de septiembre de 2008

LUCHAS Y BATALLAS - Parte I (Meditando con las Cartas de El Symbolon)


Hoy iniciamos un tema consustancial con la vida: la lucha y la batalla. Y es que luchar por las cosas, batallar para alcanzar nuestra estrella parece una realidad. El problema es cuándo se lucha "contra" algo por deseo de dominio, por orgullo, etc.; y otra cosa es cuándo uno lucha "a favor de algo", lo que implica un esfuerzo para conseguir metas loables.

Las Cartas del Symbolon, de Peter Orban, Ingrid Zinnel y Thea Séller, ofrecen un buen número de ellas en las que se habla de ese instinto batallador del ser humano. Me he decidido por cuatro que considero muy interesantes. Dos las presento aquí mismo, y las otras dos se podrán consultar en la siguiente entrada.

La primera de la que voy a ocuparme es la que recibe el nombre de EL GUERRERO. Para quienes estén interesados en la Astrología, sólo decir que esta carta se identifica directamente con el signo astrológico de Aries, y el planeta Marte... para qué más, ¿no?.

La imagen nos muestra a un gerrero que parece entusiasmado, lleva una espada dispuesta a ser usada, y un escudo protector por si acaso. A lo lejos se ve una ciudad, podría ser la propia que ya ha abandonado y, que por tanto, el guerrero ya se ha adentrado en un camino que le llevará a algún sitio nuevo, un camino que está dispuesto a continuar pase lo que pase.

También podemos ver un soldado vencido que ha quedado en la cuneta. ¿Con quién te identificas tú? ¿Con la víctima o con el guerrero?

La carta nos habla del impulso emprendedor de quien está dispuesto a levantarse una y otra vez para alcanzar la meta. Se trata de alguien muy entusiasta que no le hace ascos a los peligros, y si hay que enfrentarse a ellos lo hace. Se trata de alguien que actúa. Pero no es alguien tan impulsivo que olvide la razón. Me gusta fijarme en esa cinta que adorna su cabeza, con una piedra justo en el chacra del entrecejo (el "tercer ojo"). Una persona así, medita, no sencillamente agrede, sino que muestra fuerza cuando se ve precisado a ello, pero no es pendenciero por naturaleza, sino luchador enérgico y razonable.

Algo que puede faltarle a esta segunda carta.

La segunda carta que he seleccinado es la que recibe el nombre de LA BATALLA. Aquí las cosas las veo un poquito distintas. Se trata de dos hombres enzarzados en una lucha. Los rostros nos dicen que les anima el odio en ese momento en concreto. ¿Por qué luchan? ¿Contra quién luchan: un amigo, un enemigo, contra sí mismos? Eso es lo que vamos a pensar ahora.

Y sí, existe un tipo de personalidad combativa que, en realidad, no conduce a ninguna parte a no ser a dejar escapar el propio enfado. Hay personas que inician discusiones que no llevan a ninguna parte, sabiéndolo desde el principio; incluso las provocan. ¿Por qué? Probablemente porque están enfadados. Creen estarlo con el mundo porque les ha tratado mal, pero, cuando uno escarba un poquito, suele aparecer una verdad mucho más simple pero más difícil de aceptar: el enfado es contra uno mismo.

A lo mejor esta carta podría hacerte pensar antes de iniciar una disputa: ¿de verdad vale la pena? ¿Sé identificar a mi verdadero enemigo? ¿Hay algo real, fuera de mi propio orgullo, que deba combatir? Es muy probable que la respuesta sincera a estas preguntas te haga tomar la acción correcta.