miércoles, 15 de diciembre de 2010

III - LA EMPERATRIZ EN EL TAROT RIDER WAITE

La Emperatriz es una carta que hace relación, una vez más, a un determinado aspecto femenino. Pero a diferencia de su antecesora, la Suma Sacerdotisa, que era pasiva y se imbuía de conocimiento externo para desarrollar el interno, la Emperatriz representa la prosperidad y la productividad. 

La Emperatriz lo tiene todo y todo lo comparte: es la prodigalidad, la abundancia. Es una mujer realizada que tiene mucho que ofrecer al mundo. Todo lo que toca lo enriquece. Desde su trono, en una actitud profundamente activa, contempla la abundancia de la naturaleza y colabora en ella. Sabe que sólo basta sembrar la semilla para poder recoger abundancia.

La Emperatriz es generosa y creativa. Tiene enormes recursos, pero no es avasalladora. Se mueve de forma espontánea. No se somete a reglas sino a ciclos vitales, pues es una mujer y como tal los conoce a la perfección.

Sabe dar a luz nueva vida, como cualquier mujer embarazada. No pone obstáculos a la creación sino que contribuye a ella como mejor puede; sin cicatería alguna.

En una consulta, habría que valorar, según la posición en la que aparezca, si la carta habla del propio consultante o de alguien más. Aunque en principio aluda a una mujer, también podría hablar de un hombre con las características básicas que señala esta carta. 

Ante la visión de esta carta, el consultante podría apercibirse de lo mucho que posee y que por tanto debe ser pródigo y abundante con los demás; incluso, consigo mismo. Debe tener confianza en que, si no se ponen obstáculos, la vida ofrece abundancia.

La riqueza se ofrece. La riqueza es una abundancia creativa. Y a la creatividad hay que dejarla fluir sin obstáculos ni miedos.